"El primer día, expulsaré rápidamente a los inmigrantes criminales ilegales de este país, entre ellos las centenas de miles que fueron puestos en libertad bajo la Administración Obama-Clinton", anunció el sábado el candidato republicano a las elecciones del próximo noviembre de Estados Unidos en un acto organizado en Iowa (centro-norte) por la senadora republicana local Joni Ernst.
En cuanto a sus eventuales medidas migratorias, el magnate estadounidense volvió a afirmar directamente su intención de blindar las fronteras con la construcción de un muro entre EE.UU. y México y dijo de modo indirecto que fortalecerá el sistema de control de la migración ilegal por medio de tecnologías más modernas.
El primer día, expulsará rápidamente a los inmigrantes criminales ilegales de este país, entre ellos los centenas de miles que fueron puestos en libertad bajo la administración Obama-Clinton", afirmó el candidato republicano a las elecciones del próximo noviembre de Estados Unidos, Donald Trump.
"Si no controlamos las fechas de expiración de las visas nuestra frontera permanecerá abierta, es tan simple como eso", adujo.
Asimismo, prometió declarar nulos todos los decretos del presidente Barack Obama que permitan a los refugiados residir –aun de manera temporal– en Estados Unidos y enfatizó que dará poder a los agentes policiales fronterizos para "hacer finalmente el trabajo para el cual han sido reclutados".
Respecto a la situación de exclusión y pobreza, y las constantes noticias de nuevas muertes impunes a manos de policías que enfrentan los estadounidenses de raza negra, Trump subrayó que una nueva política económica y un cambio de dirigentes permitirá resolver los problemas que acucian a los negros.
De igual manera, agregó que junto a dichas medidas, la expulsión de los refugiados indocumentados permitiría absorber el desempleo.
En un encuentro con la comunidad hispana, Trump ha reconocido que no es “posible ni humano” deportar a todos los indocumentados que se encuentran en el país, mientras a lo largo de su campaña por las primarias, había apoyado la expulsión por la fuerza de aproximadamente 11 millones de inmigrantes sin papeles que se calcula viven en EE.UU.
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