• Bomba nuclear B61 de Estados Unidos.
Publicada: viernes, 2 de febrero de 2018 23:43
Actualizada: sábado, 3 de febrero de 2018 1:41

El Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) ha divulgado este viernes la ‘Revisión de la Postura Nuclear de 2018’ de la Administración de Donald Trump y ha informado de la intención de adquirir nuevas armas nucleares de baja potencia para así desafiar a Rusia.

Greg Weaver, responsable de las capacidades estratégicas del Estado Mayor de EE.UU., ha explicado que las nuevas armas nucleares estadounidenses son una respuesta a la expansión de las capacidades nucleares de la Federación Rusa.

“Hoy Rusia está modernizando estas armas (nucleares), así como otros sistemas estratégicos, aún más preocupación tiene que ver con la adopción por parte de Rusia de estrategias militares que consisten en lograr éxito a través de la ampliación del potencial nuclear”, dice el texto del Pentágono.

Conforme a la nueva doctrina de Washington, el rearme de Rusia, la anexión de la península de Crimea por parte de Moscú y las amenazas que representa el país euroasiático para los aliados de EE.UU. muestran la determinación de las autoridades rusas a “volver al antagonismo de grandes potencias”.

Hoy Rusia está modernizando estas armas (nucleares), así como otros sistemas estratégicos, aún más preocupación tiene que ver con la adopción por parte de Rusia de estrategias militares que consisten en lograr éxito a través de la ampliación del potencial nuclear”, dice el texto del Pentágono.

 

El informe, cuyos fragmentos se publicaron el pasado mes de enero, aduce que Moscú pretende convertirse en el primero en lanzar un ataque nuclear limitado para paralizar así a EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y “de este modo poner fin al conflicto con condiciones impuestas por Rusia”.

Ante la situación mundial actual que es mucho más compleja que en 2010, continúa el documento de 75 páginas, la nueva estrategia de Estados Unidos permite a Rusia “entender que cualquier uso de armas nucleares, por muy limitado que sea, es inadmisible”.

Según la Administración de Trump, Moscú está modernizando un arsenal de 2000 armas nucleares tácticas, amenazando a los países europeos en sus fronteras y pasando por alto sus obligaciones en virtud del nuevo tratado START para reducir el número de armas nucleares, firmado en 2010.

Rusia, por su parte, rechaza estos alegatos de Estados Unidos y lo acusa de comenzar una carrera armamentística, además de insistir en que las medidas de Moscú en cuanto a los países europeos vecinos se deben a las amenazas que siente por la presencia de las fuerzas de la OTAN allí.

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