• El secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, habla con la prensa, 18 de diciembre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: martes, 7 de enero de 2020 22:43

El jefe del Pentágono, Mark Esper, asegura que EE.UU., pese a la polémica generada al asesinar al general Soleimani, no busca embarcarse en una guerra con Irán.

No estamos buscando comenzar una guerra con Irán, pero estamos preparados para terminarla”, dijo el secretario de Defensa estadounidense en una entrevista publicada el martes por la cadena local CNN.

Esper aprovechó la ocasión para justificar el asesinato del comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y del número dos de las fuerzas iraquíes Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi), Abu Mahdi al-Muhandis, en un atentado terrorista de EE.UU. en Bagdad, capital iraquí: un crimen contra el Derecho Internacional que desató una ola de condenas y tensiones en la región.

En respuesta al asesinato del poderoso general persa, las autoridades iraníes, incluido el Líder de la Revolución Islámica, el ayatola Seyed Ali Jamenei, han prometido una “dura venganza”, pues, entre otras cosas, era “figura internacional” de la Resistencia. El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, denunció que el asesinato supuso un “acto de terrorismo internacional” y que la Casa Blanca ahora tendrá que vérselas con las consecuencias.

 

Esper aseguró que el Pentágono espera represalias de Irán. “Creo que deberíamos esperar de parte de ellos una represalia de algún modo”, insistió.

El criminal bombardeo de EE.UU. ha inquietado sobre todo a los iraquíes. De hecho, el Gobierno iraquí condenó la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, entre otros motivos, porque supuso una violación de su soberanía y, al atentar contra oficiales de países reconocidos por las Naciones Unidas, también una violación del Derecho Internacional.

Como respuesta, el Parlamento iraquí aprobó el domingo una resolución en la que pide al Gobierno poner fin a la presencia militar de EE.UU. en suelo iraquí, al tiempo que obliga a Bagdad a comprometerse a hacer público cualquier acuerdo que firme para la presencia de asesores y entrenadores militares extranjeros.

Desoyendo la solicitud del Parlamento iraquí, Esper dejó claro que Washington no tiene la intención de retirar a sus tropas del país árabe. “Nuestra política no ha cambiado. No abandonaremos Irak”, agregó.

Esper se refirió, asimismo, a una polémica carta filtrada el lunes por los medios de comunicación, en la que el general de brigada y comandante de la misión especial de EE.UU. en Irak, William Seely, comunicó al Ministerio de Defensa de Irak que Washington se preparaba para retirar a sus militares.

“No existe una carta firmada, según lo que sé”, añadió, desmintiendo al primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, quien dijo haber recibido copias firmadas de una misiva sobre los pasos para una salida de EE.UU.

EE.UU. insiste en permanecer en Irak a pesar de que sus aliados europeos ya han comenzado a retirar a sus tropas de ese país. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) informó el mismo martes que retirará “temporalmente” a sus efectivos de Irak por cuestiones de seguridad. Otros países como Italia, Canadá hicieron un anuncio similar.

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