Según un comunicado de la oficina de información pública de la división del CGRI en la provincia occidental de Kurdistán, un terrorista perteneciente a “grupos hostiles y contrarrevolucionarios” lanzó el lunes por la noche una granada de mano contra la base del grupo militar élite iraní en el condado de Sarvabad, ubicado en la parte suroeste de la provincia de Kurdistán.
Las víctimas fatales fueron identificadas como el clérigo Ali Reza Valizadeh y Ayub Shiri, un miembro de la Fuerza de Resistencia Popular de Irán (Basich). Los heridos fueron trasladados de inmediato a un hospital local para recibir el tratamiento médico necesario.
La división provincial del CGRI ha condenado en su nota a los “despiadados terroristas” detrás del funesto ataque y los ha asociado con “los agentes de la arrogancia global”. Asimismo, ha expresado su “profundo dolor y pena” por el incidente.
Ha elogiado a las víctimas por sus sacrificios desinteresados, devoción y coraje, unas cualidades que, según ha indicado, contribuyen a la “seguridad ejemplar” que prevalece en el país.
CGRI promete una respuesta decisiva a autores del ataque
El cuartel general de Hamza Seyed al-Shuhada de la Fuerza Terrestre del CGRI ha ofrecido sus condolencias por el martirio de dos defensores de la seguridad en una base operativa del CGRI en Sarvabad.
Ha amenazado también a los traidores y mercenarios hostiles de que “este mal no quedará impune y que se tomará una respuesta decisiva contra los líderes y autores de este vergonzoso acto”.
Irán ha establecido en numerosas ocasiones vínculos entre los terroristas que ejecutan tales actos de violencia, especialmente en las provincias fronterizas, y los servicios de inteligencia extranjeros.
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