El primer vicepresidente de Irán, Mohammad Reza Aref, condenó este sábado el “trágico” ataque armado en el sureste del país, afirmando que la vigilancia de la nación impidió que los terroristas lograran sus oscuros objetivos.
Terroristas armados asaltaron esta misma jornada un tribunal en Zahedan, en la provincia de Sistán y Baluchistán (sureste), asesinando a seis personas, entre ellas una mujer y un niño de un año, e hiriendo a otras 23.
Las fuerzas de seguridad iraníes mataron a tres agresores durante los enfrentamientos posteriores. El grupo terrorista autodenominado Yaish al-Adl se atribuyó la responsabilidad del ataque.
“La República Islámica de Irán siempre ha sido víctima del terrorismo, y lamentablemente, aquellos que dicen abogar por los derechos humanos permanecen en silencio ante las operaciones terroristas de diversos grupos y no se pronuncian”, dijo el primer vicepresidente iraní en un mensaje.
Añadió que los criminales terroristas, respaldados por los enemigos, llevaron a cabo nuevamente actos provocadores con el objetivo de desestabilizar el orden, la seguridad y generar tensión en el país.
El vicepresidente instó a las autoridades de seguridad y policía iraníes a investigar a fondo el asunto para evitar incidentes similares.
Mientras tanto, en una conversación telefónica con Mansur Biyar, gobernador de Sistán y Baluchistán, el Ministro del Interior iraní, Eskandar Momeni, emitió una orden para investigar los diversos aspectos del ataque terrorista ciego.
También urgió a tomar medidas inmediatas para tratar a los heridos.
En abril, las fuerzas terrestres del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) asestaron un golpe al grupo terrorista Yaish al-Adl durante una operación militar antiterrorista en Sistán y Baluchistán, matando a un cabecilla del grupo.
La provincia de Sistán y Baluchistán, que limita con Pakistán, ha sido escenario de varios ataques terroristas dirigidos tanto contra civiles como contra fuerzas de seguridad en los últimos años.
Se cree que los grupos terroristas que realizan ataques contra los intereses iraníes en las regiones sureste y suroeste del país están vinculados a agencias de espionaje extranjeras.
La provincia de Sistan y Baluchistán, que limita con Pakistán, ha sido escenario de varios ataques terroristas dirigidos tanto contra civiles como contra fuerzas de seguridad en los últimos años.
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