“Las imágenes satelitales sugieren que Corea del Norte se ha estado dedicando a un gran engaño. Ofreció desmantelar una importante base de lanzamiento de misiles (…) a la vez que seguía realizando mejoras en más de otras doce bases que podrían reforzar los lanzamiento de ojivas convencionales y atómicas”, ha publicado este lunes The New York Times.
El diario neoyorquino cita el último informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) y a su investigador Joseph Bermudez, que afirma que en algunas de las bases se han detectado obras de “mantenimiento y mejoras de infraestructuras”, a pesar de las negociaciones en curso para la desnuclearización de la península de Corea.
Pyongyang dice haber ya clausurado su centro de ensayos nucleares de Punggye-Ri y la instalación de pruebas de motores de misiles de Sohae. Además, ha planteado la posibilidad de cerrar otras bases y permitir el acceso de inspectores internacionales si Washington adopta “medidas de reciprocidad”, algo que, según el informe, “todavía no ha sucedido”.
Las bases identificadas en el informe del CSIS están situadas en zonas montañosas de difícil acceso de Corea del Norte y podrían usarse para “albergar misiles balísticas de diferentes alcances, algunos de ellos con capacidad para alcanzar cualquier punto de Estados Unidos”.
Pyongyang todavía no ha reaccionado a la revelación de la supuesta existencia de estas bases. Distintos expertos y analistas creen que el reconocimiento explícito del alcance del programa de misiles y de armas nucleares sería un paso clave para cerrar un acuerdo de desnuclearización.
Las imágenes satelitales sugieren que Corea del Norte se ha estado dedicando a un gran engaño. Ofreció desmantelar una importante base de lanzamiento de misiles (…) a la vez que seguía realizando mejoras en más de otras doce bases que podrían reforzar los lanzamiento de ojivas convencionales y atómicas”, informa el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).
El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, se comprometieron en junio pasado en su histórica cumbre de Singapur a coordinarse para lograr la desnuclearización de la península, ni Pyongyang ni Washington han dado detalles sobre lo acordado.
A pesar de que Corea del Norte ha mostrado buena voluntad cerrando varias instalaciones nucleares, EE.UU. se niega a retirar sus sanciones, de modo que Pyongyang denuncia los métodos “de gánster” de Washington y se plantea nuevas opciones.
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