El Centro Baréin para los Derechos Humanos afirma en este 10 de octubre, Día Internacional contra la Pena de Muerte, que Baréin volvió a imponer el castigo capital para terminar con las voces opositoras.
En Baréin el rey es quien dicta todas las normas en las que hay espacio para la tortura, la coacción y la desaparición forzosa. El pueblo bareiní denuncia que sus libertades de expresión y de religión están siendo quebrantadas.
El nuevo informe del centro bareiní “La masacre de la Justicia” recaba información y un estudio de incompatibilidad entre la práctica y el Código Penal bareiní. Desde esta premisa recomiendan retirar la pena de muerte y que la comunidad internacional tome una postura firme.
En Baréin no solo se aplica la pena de muerte sin un juicio civil, transparente y justo. Twitteros, opositores políticos o defensores de derechos humanos son encarcelados e incluso se les arrebata su nacionalidad.
Isabel Pérez, Beirut
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