La sesión del Consejo de Seguridad de la ONU que se celebró ayer, terminó con la aprobación de la resolución presentada por Estados Unidos sobre Gaza. Washington advirtió que votar en contra del acuerdo “significa volver al conflicto armado”. La propuesta recibió el respaldo de la mayoría de los países occidentales y aliados de EE.UU., aunque varias delegaciones expresaron reservas por considerar que no garantiza un alto el fuego real ni protege adecuadamente a la población civil.
La postura palestina fue especialmente crítica. HAMAS y otras facciones rechazaron la resolución por considerarla una forma de tutela internacional sobre Gaza. Denuncian que separa la Franja de la geografía palestina, impone nuevas realidades políticas y no responde a los derechos ni a las demandas del pueblo palestino.
La resolución prioriza la seguridad de Israel, sin comprometerse de forma clara con un fin definitivo de las hostilidades ni con mecanismos eficaces de protección humanitaria. Algunas naciones alertaron que el texto podría consolidar un statu quo que prolonga la crisis y evita abordar las causas profundas del conflicto.
A pesar de la aprobación de la resolución por la mayoría de los miembros de la ONU, las divisiones siguen claras. Para los palestinos, el texto no ofrece garantías reales, y en Gaza la incertidumbre continúa sin una solución cercana al conflicto.
Huda Hegazi, Gaza
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