Unas horas después de que el ejército israelí, en un comunicado, detallara la incursión lanzada contra la planta Al-Kibar, ubicada en la región siria de Deir Ezzor (noreste), Netanyahu ha alabado este miércoles al servicio de espionaje israelí (Mossad) y a las fuerzas israelíes por haber “impedido que Siria desarrolle capacidades nucleares”.
“El ejército y el Mossad impidieron que Siria desarrolle capacidades nucleares. Por eso, ellos son dignos de todo elogio”, ha indicado el primer ministro del régimen de Tel Aviv a través de su cuenta en Twitter.
Ha resaltado, asimismo, que la política del régimen de Israel sigue sin cambios y enfocada en “impedir que nuestros enemigos obtengan armas nucleares”. Una postura que dista de la tenencia de este régimen de un arsenal no declarado con más de 200 cabezas nucleares.
El ministro israelí de servicios de inteligencia, Yisrael Katz, por su parte, ha aplaudido la decisión de Ehud Olmert que, como primer ministro entre los años 2006 y 2009, ordenó la destrucción del reactor sirio.
Además, ha aseverado que “Israel nunca permitirá que los que amenazan su existencia obtengan armas nucleares”, según los medios locales.
El ejército y el Mossad impidieron que Siria desarrolle capacidades nucleares. Por eso, ellos son dignos de todo elogio”, ha indicado el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
El ministro de asuntos militares, Avigdor Lieberman, no obstante, ha condenado las fuertes discusiones desatadas en público entre los entonces líderes de inteligencia militar israelíes y del Mossad y ha reconocido que “se arrepiente” de haber permitido la publicación de los datos pertinentes al ataque contra el reactor sirio.
Lieberman ha criticado que la lucha por ganarse el crédito de la operación contra Siria supone una “injusticia” respecto a los pilotos que llevaron a cabo la operación y todos los miembros que la comunidad de inteligencia israelí implicados en esa misión.
El 6 de septiembre de 2007, la aviación militar israelí bombardeó un supuesto sitio nuclear en Al-Kibar, al parecer, con el apoyo de Estados Unidos.
Los aviones del régimen atacan, a menudo, diferentes objetivos en el suelo sirio bajo el alegato de que protegerse ante la amenaza que representa Damasco para la seguridad de Israel.
Damasco, por su parte, sostiene que los ataques israelíes buscan debilitar al Ejército y las fuerzas progubernamentales de Siria que luchan contra diferentes grupos terroristas en el país árabe.
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