El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) anunció el miércoles que la coalición anti-EIIL está edificando una base militar cerca del último bastión del grupo terrorista EIIL en el este del río Éufrates, en la provincia de Deir Ezzor.
De hecho, la oenegé señaló que cuatro camiones han ingresado al área de Al-Susah y la referida alianza tiene como objetivo construir la base a unos 3 kilómetros de esta región. Asimismo, agrega que las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) han iniciado el despliegue de puestos de protección en las proximidades de la base.
El OSDH también informó de los nuevos movimientos de la coalición dirigida por Estados Unidos en el este del Éufrates, donde fuentes confirmaron que había trasladado una de sus bases móviles a un lugar cerca de la zona de Hajin.
Actualmente, añade, las localidades de Hajin, Al-Susah, Al-Shafa y Al-Baghuz están bajo el control de los terroristas de Daesh, y la coalición alega que, con la construcción de la referida base, tiene como objetivo acabar con la presencia de los extremistas takfiríes.
Eso coincide con los significativos avances frente a los grupos extremistas y armados, en el centro y sur del país, del Ejército sirio y sus aliados, y con sus preparativos de una megaoperación para liberar el norte del país árabe de toda presencia terrorista.
La llamada “coalición”, más que ser una amenaza para los terroristas, es un peligro tanto para los civiles como para las tropas gubernamentales sirias e incluso ha dificultado, en reiteradas ocasiones, el avance de la lucha antiterrorista al atacar posiciones del Ejército.
De hecho, Damasco no solo ha cuestionado siempre la eficacia de los bombardeos de la “coalición” por los daños colaterales que dejan tras de sí, en forma de víctimas civiles y de destrucción de las infraestructuras nacionales, sino que considera la presencia de fuerzas estadounidenses en su territorio una violación de su soberanía.
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