Las marchas, convocadas por tres movimientos sociales Barrio de Pie, el Polo Obrero y el Frente de Organizaciones en Lucha, tiene como objetivo llamar la atención a la crisis que ha fomentado el mandatario argentino, tras el súbito aumento del precio del dólar, la depreciación del peso argentino y la desproporcionada elevación de los precios de los alimentos que integran la cesta básica.
“El extraordinario salto del dólar repercutió en los precios de los alimentos y desde el Ministerio que encabeza Carolina Stanley hacen oídos sordos. El presidente Mauricio Macri no dijo nada en sus anuncios de ayer en relación a los alimentos. El aumento de los precios ya está afectando a los sectores más postergados”, ha criticado una manifestante.
Los manifestantes durante la movilización han solicitado el aumento de salarios y la convocatoria de una reunión del Consejo del Salario a fin de establecer un sueldo mínimo, vital y móvil.
El extraordinario salto del dólar repercutió en los precios de los alimentos y desde el Ministerio que encabeza Carolina Stanley hacen oídos sordos. El presidente Mauricio Macri no dijo nada en sus anuncios de ayer en relación a los alimentos. El aumento de los precios ya está afectando a los sectores más postergados”, dice una manifestante.
Con una pobreza y un desempleo crecientes y una recesión que no cede, el desplome que sufrió el peso local esta semana ya empezó a alimentar una inflación que superaba el 55 por ciento anual hasta hace unos días y amenaza con empeorar aún más los indicadores sociales del país.
Esta movilización tiene lugar después de que el domingo la fórmula del peronista de centroizquierda Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner triunfara con el 47,7 % de los votos en las primarias. El presidente argentino solo obtuvo el 32,1 % de los sufragios.
En reacción a esos resultados, la moneda argentina se depreció casi 20 % y la bolsa de Buenos Aires cayó 38 %, uno de los peores derrumbes de su historia, mientras se desplomaban acciones y bonos argentinos en Nueva York.
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La recesión económica en el país austral durante el mandato de Macri, con un 9,1 % de desocupación, un 32 % de pobreza y un 57 % de inflación interanual, se disparó por un plan de ajuste comprometido por Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de un auxilio financiero de 57 000 millones de dólares.
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