En una entrevista exclusiva desde Estambul, Turquía, con la cadena de noticias catarí Al Jazeera, el presidente de Somalia, Hasan Sheij Mohamud, afirmó el martes que la región separatista de Somalilandia ha acordado reasentar a palestinos y albergar una base militar israelí a cambio del reconocimiento por parte de Israel.
Según informes de inteligencia, Mohamud también señaló que Somalilandia ha aceptado unirse a los Acuerdos de Abraham, firmados en 2020 entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos, con el objetivo de normalizar relaciones diplomáticas.
El presidente somalí explicó que Israel busca controlar vías marítimas estratégicas, como el mar Rojo, el Golfo y el Golfo de Adén, y que su reconocimiento de Somalilandia simplemente oficializa una presencia encubierta que ya existía en la región.
Recientemente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció el reconocimiento formal de Somalilandia como “Estado independiente”, una medida que ha generado amplio rechazo a nivel regional e internacional.
Mohamud destacó que “Somalilandia ha reclamado su independencia durante mucho tiempo y ningún país en el mundo la ha reconocido. Para nosotros, hemos intentado mantener la unidad del país de manera pacífica”.
Sin embargo, calificó el reconocimiento de Somalilandia por parte de Tel Aviv como “muy inesperado y extraño”, señalando que ocurrió “de la nada”, ya que Israel se convirtió en el primer país desde 1991 en reconocer a la región como un Estado independiente.
Al concluir, el presidente somalí advirtió que “Israel no tiene ninguna intención pacífica al venir a Somalia. Este es un paso sumamente peligroso, y todo el mundo, especialmente los árabes y musulmanes, debe considerarlo una amenaza seria”.
A finales de 2024, informes de prensa revelaron el interés de Israel en establecer una base militar en Somalilandia, en el marco de sus esfuerzos por ampliar su influencia en el Cuerno de África, cerca del mar Rojo.
El rechazo global al reconocimiento de Somalilandia por parte de Tel Aviv ha ido en aumento, pues numerosos países consideran la medida una violación del derecho internacional y una amenaza para la estabilidad regional.
El lunes, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU manifestaron su preocupación en una reunión de emergencia, advirtiendo que la medida podría estar orientada a trasladar a los palestinos desde Gaza.
Casi todos los integrantes del Consejo condenaron el reconocimiento de Israel, mientras que Estados Unidos se abstuvo, asegurando que su postura respecto a la región separatista permanecía sin cambios.
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