“El voraz imperialismo occidental no ve en el mundo más que riquezas para saquear y pueblos para esclavizar y exterminar”, ha declarado el miembro del buró político del movimiento popular yemení Ansarolá, Hizam al-Asad, en su cuenta de X.
Ha subrayado que Washington dirige su mirada codiciosa hacia el petróleo, el oro y el uranio de Nigeria bajo el pretexto de apoyar a los cristianos frente a Boko Haram (un grupo extremista), que el mismo EE.UU. creó y exportó.
“Si no se le frena, seguirá avanzando sin límites”, ha asegurado.
Estas declaraciones se producen tras la reciente afirmación del presidente estadounidense, Donald Trump, de que las fuerzas de EE.UU. podrían desplegarse en Nigeria y realizar operaciones aéreas, bajo el pretexto de “proteger a los cristianos” en el país africano.
El Gobierno nigeriano consideró esta versión como una “distorsión” de la realidad y subrayó que los enfrentamientos tienen, en su mayoría, un carácter étnico y local, afectando tanto a musulmanes como a cristianos.
El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, rechazó el sábado el anuncio que Trump hizo un día antes, en el que designaba al país africano como “un país de particular preocupación” por presuntamente no controlar la persecución de cristianos.
Tras la designación de Trump, el presidente Bola Ahmed Tinubu escribió en una publicación en X el 1 de noviembre: “La caracterización de Nigeria como un país religiosamente intolerante no refleja nuestra realidad nacional, ni toma en cuenta los esfuerzos constantes y sinceros del Gobierno para salvaguardar la libertad de religión y de creencias de todos los nigerianos”.
El Gobierno nigeriano rechazó todas las acusaciones de genocidio o de matanzas sistemáticas contra los cristianos y aseguró que “protege a todos sus ciudadanos, independientemente de su religión, y combate el extremismo en todas sus formas”.
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