De acuerdo con los primeros escrutinios contabilizados y facilitados por el Ministerio del Interior italiano, el partido liderado por el joven Luigi Di Maio, de sólo 31 años, ha vencido las legislativas italianas con el 30,78 % de los votos ante el Parlamento, pero no obstante, estos números reflejan que la coalición de centroderecha se ha hecho con un 37 por ciento de los votos, lo que podría convertirla en la primera fuerza parlamentaria del país.
“Los datos demuestran que todos deberán venir a hablar con nosotros. Es la mayor garantía para el pueblo italiano. Deberán utilizar nuestros métodos de transparencia, corrección y credibilidad”, aseguró el número dos del M5E, Alessandro Di Battista, antes de que se conocieran los primeros resultados oficiales.
La xenófoba Liga Norte (LN), de Matteo Salvini, se ha hecho con el 18,4 % de las papeletas y, de este modo, ha adelantado así a Forza Italia (FI), que ha quedado a 4 puntos porcentuales de esta formación, resultado que deja muy mal parado al partido liderado por el ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Los datos demuestran que todos deberán venir a hablar con nosotros. Es la mayor garantía para el pueblo italiano. Deberán utilizar nuestros métodos de transparencia, corrección y credibilidad”, asegura el número dos del Movimiento 5 Estrellas, Alessandro Di Battista, antes de que se conocieran los primeros resultados oficiales de las elecciones generales de Italia.
Hermanos de Italia (FDI, por sus siglas en italiano), que también integra la alianza derechista, pero de corte neofascista, ha obtenido un 4,3 % de los apoyos, mientras que la Unión de Centro (UC) se ha hecho con un 1,25 por ciento de los votos.
Por detrás quedaría el bloque de centro-izquierda encabezado por el Partido Democrático (PD) del ex primer ministro Matteo Renzi, que ha obtenido un 23,75 % de los respaldos, y el partido Libres e Iguales (LeU) con un 3,50 por ciento de los votos, según los últimos datos del Ministerio.
De confirmarse estos resultados, ninguna formación política podría gobernar en solitario y deberá buscar apoyos en otros partidos para garantizarse un gobierno estable para Italia.
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