• El debate racista estalla en plena campaña electoral italiana
Publicada: viernes, 9 de febrero de 2018 7:40
Actualizada: viernes, 9 de febrero de 2018 9:18

El debate racial entra en campaña electoral pocos días después de un acto terrorista de carácter racista en la localidad de Macerata, centro de Italia, en el que al menos siete personas resultaron heridas. Los partidos intentan sacar rédito político endureciendo su discurso sobre la inmigración.

Agarró una pistola, disparó a varios inmigrantes, se anudó la bandera italiana al cuello e hizo un saludo fascista. El autor, Luca Traini, de 28 años, y miembro de la xenófoba ‘Liga Norte’, es la consecuencia de un fenómeno social que ha crecido en Italia en los últimos cinco años. Se trata del auge de la xenofobia y el odio racial, una corriente abrazada por diversos partidos políticos con cada vez más apoyo social.

El odio racial ha crecido de forma paralela a la llegada de inmigrantes a las costas italianas, 300.000 desembarcos en los últimos dos años, y al empeoramiento de las condiciones de vida en este país. Se estima que en Italia hasta 4,7 millones viven en condiciones de pobreza.

Silvio Berlusconi, presidente del partido ‘Forza Italia’, horas después del acto terrorista de corte racista ocurrido en la localidad de Macerata, habló en la televisión italiana sobre los inmigrantes. De los que están en condición irregular dijo que ‘viven de delitos’ y son una ‘bomba social a punto de estallar’.

El discurso del miedo resulta cada vez más eficaz. La ‘Forza Italia’ concurrirá a las elecciones en coalición con Hermanos de Italia y la ultraderechista Liga Norte, partido que utiliza términos como invasión y acusa a los inmigrantes de alterar la convivencia social. Esta coalición de centro derecha lidera ahora mismo las encuestas para ganar los comicios.

Algunos partidos se han lanzado a la caza de votos convirtiendo a los inmigrantes en un chivo expiatorio sobre el que deben recaer las frustraciones del país. Un peligroso discurso racial que entra en campaña a menos de un mes de las elecciones.

Rubén Martínez, Roma.

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