El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, despreció los informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que reconocen la mínima participación (5 %) de Venezuela en el tránsito de cocaína y señalan que el tráfico (87 %) se concentra en la ruta del Pacífico, especialmente por Ecuador y Colombia.
“A mí no me importa lo que dicen las Naciones Unidas, a mí no me importa”, expresó el funcionario estadounidense durante una conferencia de prensa el jueves en Quito, Ecuador, tras un encuentro con el mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa.
El canciller de Venezuela, Yván Gil, a través de sus redes sociales, destacó el jueves que la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) confirmó que Venezuela no tiene cultivos ilícitos y combate con eficacia ejemplar el tráfico de drogas. “Rubio arremete contra los datos científicos porque no se ajustan a su narrativa”, recalcó.
Esta estrategia se inscribe en “la lógica nazi y gangsteril: negar la evidencia, inventar enemigos y sembrar odio para encubrir fracasos”, aseveró Gil y acusó a Rubio de actuar a la defensiva frente al fracaso de la política de persecución contra América Latina.
El canciller venezolano explicó que la postura del secretario de Estado estadounidense no busca atacar solo a Venezuela, sino deslegitimar a la ONU y sus informes. “Rubio demuestra que su agenda no es contra un país, sino contra la verdad”, sostuvo.
Rubio protege a Noboa y su negocio ligado a la droga
El diplomático venezolano también hizo notar que mientras Rubio habla de combatir el narcotráfico, protege al “bananero Noboa”, cuyo círculo empresarial —indicó— está asociado con el envío de drogas hacia Occidente.
“Y para mayor ironía, se sienta al lado de Daniel Novoa: el bananero que ya no exporta frutas, sino drogas hacia EE.UU. y Europa, con la complicidad de la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés)”.
Enfatizó que “con Rubio se comprueba lo que dijo Einstein: ‘Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo’. Esa es la verdadera mafia, esa es la verdadera amenaza”, remarcó.
Las declaraciones de Rubio y la respuesta contundente de Gil se enmarcan en un contexto de creciente hostilidad de Estados Unidos contra Venezuela. En esta misma línea, diversos líderes y organizaciones alrededor del mundo han expresado su rechazo al despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, calificándolo como una “violación flagrante” de los principios del derecho internacional que atenta contra la paz y la seguridad de la región.
ncl