Mediante un comunicado emitido este lunes, la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha denunciado un ataque cibernético dirigido a paralizar su funcionamiento por parte de la Administración de EE.UU. para apropiarse del petróleo venezolano “por vía de la fuerza y la piratería” en el mar Caribe.
La petrolera ha rechazado de manera contundente la “acción deleznable” orquestada por “intereses extranjeros en complicidad con factores apátridas que buscan quebrantar el derecho del país a su desarrollo energético soberano”.
“No es la primera vez que el Gobierno de los Estados Unidos, aliado con sectores extremistas, intenta afectar la estabilidad nacional y robarle las Navidades al pueblo venezolano”, ha señalado en el comunicado.
Según la nota, la empresa petrolera ha asegurado que la aludida agresión no logró afectar las “áreas operativas” gracias a la experiencia y capacidad técnica de su personal, y que el impacto se ha limitado a su sistema administrativo.
PDVSA también ha recalcado que la producción y distribución de combustibles continúan con normalidad, apoyadas en protocolos de seguridad que garantizan tanto el abastecimiento del mercado interno como el “cumplimiento de los compromisos de exportación”.
En cuanto a los enfrentamientos del personal de PDVSA con estos ataques cibernéticos, ha afirmado que la detección y neutralización de este nuevo intento fueron posibles gracias al compromiso y la lealtad de sus trabajadores.
Al acusar a Washington de mantener una política de hostigamiento permanente con la intención de desestabilizar al país, ha resaltado que EE.UU. recientemente robó un buque petrolero venezolano en aguas del Caribe, en el contexto de la amenaza militar del Gobierno de Donald Trump en esta región.
EE.UU. ha desplegado desde hace semanas un enorme contingente militar en el Caribe, que ha representado el mayor despliegue estadounidense en la región en décadas, argumentando la lucha contra el narcotráfico. Desde septiembre, fuerzas estadounidenses han destruido más de una veintena de embarcaciones supuestamente cargadas con droga en el Caribe y en el Pacífico, matando extrajudicialmente a más de 87 tripulantes.
Caracas considera los movimientos estadounidenses cerca de sus costas como una agresión armada dirigida a imponer un “cambio de régimen” para apropiarse de los recursos estratégicos del país, como el petróleo, el gas y el oro.
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