Abu Rida, citado el miércoles por el diario británico Daily Mail, explicó que “el destino inevitable de los prisioneros a los que se les sacaban los órganos era la muerte”.
El destino inevitable de los prisioneros a los que se les sacaban los órganos era la muerte”, reveló un exreo del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
El expreso, que se fugó de una cárcel del EIIL en la ciudad siria de Al-Raqa, dijo que los terroristas torturaban hasta la muerte a aquellos que no eran lo bastante fuertes y, por lo tanto, Daesh no podía extraerles los órganos.
Los terroristas, añadió, justificaban su crimen alegando que sus integrantes merecían más que los órganos.
Abu Rida denunció también que “Daesh tenía un banco de sangre, que mantenía gracias a sus prisioneros, para cuando lo necesitasen sus combatientes heridos”.
Según Abu Rida, la situación de los que se encuentran en las cárceles de Daesh en Al-Raqa, principal bastión del grupo takfirí en Siria, "empeora cada día".
Anteriormente, varios reportes habían informado de que el EIIL vende los órganos de sus víctimas en el mercado negro, tanto en Siria como en Irak. Incluso, la agencia rusa Sputnik comunicó la apertura, por Daesh, de una tienda en la ciudad norteña iraquí de Mosul para la venta y tráfico de órganos humanos.
De acuerdo con el representante de Irak ante las Naciones Unidas (ONU), Mohamad Ali al-Hakim, el tráfico de órganos se ha convertido en otra fuente de financiamiento de Daesh después del petróleo y las reliquias históricas.
El territorio iraquí es escenario de actos terroristas y desestabilizadores, protagonizados por el EIIL, que se infiltró en junio de 2014 en Irak después de que se reforzara gracias al apoyo de países occidentales y árabes que utilizan el terrorismo para el derrocamiento del presidente sirio, Bashar al-Asad.
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