El viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal al-Miqdad, ha condenado este domingo las medidas unilaterales que Washington y sus aliados europeos continúan imponiendo a Siria en medio de la lucha del país contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Durante un encuentro mantenido con Ahmad al-Manzari, jefe de la Oficina de la zona del Mediterráneo Oriental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Al-Miqdad ha recalcado que tales sanciones son “inmorales”, “inhumanas” y contradicen la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ante tal coyuntura, el vicecanciller sirio ha pedido a la ONU y otros organismos internacionales pro derechos humanos, incluida la OMS, que revelen el impacto de las medidas coercitivas en la satisfacción de las necesidades básicas de salud y humanitarias del pueblo sirio.
Por otro lado, Al-Miqdad ha arremetido contra la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, por retirarse de la OMS y tomar medidas contra este organismo en un momento en el que el mundo entero enfrenta las catastróficas consecuencias de la pandemia del coronavirus.
Al-Manzari ha agradecido, a su vez, la buena cooperación entre el Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, y sus entidades con la OMS. Además, ha ratificado el interés del organismo mundial en aumentar sus colaboraciones con Damasco a fin de hacer frente a los desafíos de salud en el país árabe.
Siria ha enfrentado varias rondas de sanciones impuestas por EE.UU. y otros países del Occidente. El propio Washington ha confesado que quiere el colapso del país árabe y, para ello, se vale de medidas ilegales que violan los derechos humanos y las leyes internacionales.
No obstante, las autoridades de Damasco aseveran que el pueblo sirio afrontará las sanciones de EE.UU. con la misma estrategia de la que se valió para vencer al imperio en su complot contra el país árabe. Para lograr tal objetivo, prometen esforzarse para lograr la autosuficiencia, entre otras medidas.
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