Desde la primera administración del presidente estadounidense Donald Trump, consolidada en esta segunda etapa en la Casa Blanca, la Europa comunitaria y su brazo militar como es la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) ha transitado un camino de sometimiento a la política exterior de Estados Unidos, concretando así su condición: el nuevo patio trasero de Washington.
Una realidad que evidencia la falta de soberanía y dignidad que las propias sociedades de aquel continente resienten. Un ejemplo patente de lo sostenido es la decisión de aumentar el PIB destinado a armas desde un 2% a un 5% en el plazo de una década, de tal forma que las proyecciones, para el año 2035, avizoran una Europa con un gasto militar que superará los 700 mil millones de euros.
Dinero que deberá salir, lógicamente, de alguna parte, pues no existe la generación espontánea en ninguna forma. La clara sospecha, a estas alturas una evidencia incontrarrestable, es que esos fondos serán extraídos de lo que se denomina inversión social: salud y educación pública, inversión en cultura, mejoramiento de carreteras y transporte público y de las ingentes pensiones de los millones de trabajadores europeos que apuntalarán las erradas decisiones de la ralea dirigencial europea. Hombres y mujeres que terminarán pagando la factura de las aventuras bélicas impulsadas por su padre putativo estadounidense.
Es el precio que solventar, sin siquiera pedirlo, por la supuesta “seguridad para Europa” para defenderse de la amenaza que representa la cacareada rusofobia, las amenazas venidas del este, el “cuco” representado por la Federación de Rusia. Narrativa crónica y desquiciada que, políticos como la presidenta de la Comisión europea, Ursula von der Leyen, el secretario general de la OTAN Mark Rutte, el mandatario francés Emmanuel Macron, el premier británico Keith Starmer y el canciller alemán Friedich Merz, fundamentalmente, les imponen a las sociedades europeas con el silencio indigno del resto de los líderes de ese continente. Todo ello bajo las directrices imperativas de su “daddy” Donald Trump.
Hoy priman los intereses energéticos, del complejo militar industrial e incluso la defensa a ultranza del sionismo israelí y sus influencias planetarias, que marca el tipo de política a seguir en materia de decisiones belicistas, por ejemplo. Todos ellos intereses que, más que favorecer la industria europea genera miles de millones de dólares de ganancias a las empresas de armas de Estados Unidos y sus transnacionales energéticas.
Los miembros europeos de la OTAN dependen de Estados Unidos en el 65% de sus importaciones de armas - un aumento del 13% en el quinquenio 2015-2019 - Entre las empresas más beneficiadas por ese gasto militar europeo están las empresas Lockheed Martin. Raytheon Tehnologies, Northop Grumman y General Dynamics. que vieron fuertes aumentos en su valor bursátil y ventas debido a este “boom” creado artificialmente en lo que llaman defensa. Las migajas se reparten en la industria militar de algunas empresas europeas y una Noruega que ha multiplicado su riqueza gracias a la venta de petróleo y gas, a precios más altos que el que pagaba el resto de Europa, cuando se comercializaba con Rusia.
Investigaciones respecto a porqué la exigencia de Washington para aumentar el PIB destinado a armas se explica en un interesante artículo que afirma “Las empresas estadounidenses siguen ocupando 5 de los 6 primeros puestos de la clasificación de las empresas de armas que más venden. Y, las 40 empresas estadounidenses que se reparten la mayor parte de este top 100 siguen representando por sí solas el 49 % de las ventas registradas. Sin embargo, estas solo han crecido un 3,8 % entre 2023 y 2024, a pesar del fuerte aumento del gasto militar mundial. Este cuasi-estancamiento contribuye sin duda a explicar la presión que Donald Trump ejerce al respecto sobre Europa y otros socios de Estados Unidos para que aumenten sus compras de armamento estadounidense” (1).
Hoy la Europa que desgarra vestiduras en materia del derecho internacional, que trata de imponer una forma de vida que simplemente choca con elementos básicos de sociedades dignas e independientes saca a la luz, contra los países del sur global, los resabios coloniales de una vida que fue, que la añoran pero que, no será posible ni aceptar ni concretar. Una Europa soberbia tratando de reflotar una influencia y un dominio añejo para nuestros pueblos. Y digo que no tornará pues el Sur Global ha consolidado su independencia. Con dificultades, como no, pero con fuerza, busca su propio derrotero.
En un sugestivo trabajo del analista Edgar Palazio Galo este afirma “Desde muchos países del Sur Global y desde críticas postcoloniales, la diplomacia de la Unión Europea suele ser vista como altanera, profundamente paternalista, y sobre todo marcada por una herencia colonial que persiste en sus relaciones con antiguas colonias y países del sur. A esta visión se suma la percepción de que Europa actúa como vasallo de Estados Unidos, subordinando su política exterior a los intereses estadounidenses y limitando su autonomía frente al Sur Global. ..”
Para Palazio “el colonialismo moderno, disfrazado de democracia, pretende ignorar la rica historia de resistencia y lucha por la soberanía y dignidad de los pueblos… En lugar de perpetuar viejas prácticas coloniales bajo el pretexto de defender la democracia y los derechos humanos, la UE debe esforzarse por construir relaciones basadas en el respeto a la soberanía y a las realidades locales, dentro de un marco de igualdad. En un mundo que ya no tolera las dinámicas de poder del pasado, es esencial que la UE adapte su enfoque a las nuevas realidades geopolíticas de las relaciones internacionales” (2).
Por su parte, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos critica duramente a Europa, afirmando que "Europa realmente no tiene nada que enseñarle al mundo, tampoco puede aprender por la tradición colonialista que tiene debido a una sequía de ideas “y una arrogancia que le impide reconocer soluciones alternativas en el Sur Global. Es así como, para este analista portugués, ese norte hegemónico y arrogante – usando en ello la terminología de Seyede Ali Jamenei – está en un agotamiento epistemológico y político Una Europa cargada de arrogancia y colonialismos donde esa mentalidad colonialista impide a esa Europa soberbia, ciega de vanidad, mirar hacia el Sur Global, “convencida de que siempre ha sido la que enseña, no la que aprende” (3).
Esto, a diferencia de lo que denominaremos Sur Global henchido de esperanzas, dador de experiencias de lucha, derrotas, victorias y ciclos destinados, no sólo a superar los periodos de dominación colonial, neocolonialismo y un presente que lo somete a políticas de máxima presión por parte de Estados Unidos. Una Europa cervatilla de Washington y los poderes de un sionismo global con su conejillo de indias israelí.
Lo peculiar es que, incluso dentro de la propia Europa, los países más débiles son tratados en forma ignominiosa y prepotente. Asi sucede con Rumania donde los dictados políticos de la Comisión Euroepa y medidas antidemocráticas adoptadas por Bruselas contra Estados europeos, supuestamente soberanos, significaron la exclusión del candidato a la presidencia de ese país, Calin Georgescu – quien ganó en la primera vuelta de aquella elección presidencial -. Un político nacionalista crítico de la OTAN y partidario de mejorar las relaciones con Rusia y cesar el apoyo a Ucrania. Un hombre que, previo a las elecciones de fines del 2024, sólo contaba con un 5% de apoyo. Y que tuvo un resultado que mostró las verdaderas expectativas del pueblo rumano (4).
Un aspirante a la presidencia de Rumania al cual se le comenzó a considerar un peligro para esa Europa pro estadounidense. Por tanto, no fue extraño que se le calificara como “no apto” según los estándares fijados por algunos gobiernos, acusándolo de recibir financiación rusa. “En diciembre de 2024 la Corte Constitucional de Rumania anuló la primera vuelta de las elecciones presidenciales, debido a que los servicios de inteligencia informaron que el vencedor de dichos comicios – Georgescu - utilizó las redes sociales para conseguir una popularidad acelerada.
En marzo de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró inadmisible el reclamo del candidato afectado…” (5) Muestra evidente que la democracia, para la casta dirigencial de la Unión Europa, sólo es posible de aceptar cuando sus candidatos triunfan. Conducta que los ha llevado a constituirse en cervatillos de Washington y que veremos en su desarrollo en la segunda parte de este trabajo.
Pablo Jofré Leal
Periodista. Analista Internacional
Articulo para HispanTV
- Impulsados por la guerra en Ucrania y el aumento del gasto militar en muchos países, especialmente en Europa, los ingresos de las 100 principales empresas armamentísticas mundiales aumentaron casi un 6 % el año pasado, hasta alcanzar los 679.000 millones de dólares. Guillaume Duval. https://legrandcontinent.eu/es/2025/12/02/los-ingresos-de-las-grandes-empresas-armamentisticas-alcanzaron-su-nivel-mas-alto-en-2024/
- Edgar Palazio Galo. Profesor Titular, UNAN Managua, Departamento de Extensión y Vinculación Social.https://www.visionsandinista.net/2024/09/06/la-union-europea-y-sus-resabios-coloniales-en-un-mundo-multipolar/
- Entrevista al Académico portugués Boaventura de Sousa Santos. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de Economía y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). https://bloghemia.com/2023/06/boaventura-de-sousa-santos-se-admite-en.html
- Radu Magdin, un analista político, dijo que la diferencia entre la popularidad de un solo dígito del independiente de extrema derecha en las encuestas y el resultado de la primera vuelta no tenía precedentes desde que Rumania emergió del comunismo en 1989. "Nunca en nuestros 34 años de democracia hemos visto un aumento tan grande en comparación con las encuestas" https://www.theguardian.com/world/2024/nov/25/calin-georgescu-romania-election-hard-right-candidate
- https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=10354190
