Por: Ivan Kesic
En las escarpadas laderas del Monte Sabalan, Irán está marcando un nuevo rumbo hacia la energía limpia, ya que su primera planta geotérmica se prepara para suministrar electricidad a la red nacional, un hito histórico tanto para el país como para la región.
Irán se encuentra al borde de un avance significativo en energía renovable con la próxima puesta en marcha de la planta geotérmica Meshgin Shahr, también conocida como la planta Sabalan.
Ubicada a 25 kilómetros al sur de Meshgin Shahr, en la provincia de Ardabil, al norte de Irán, esta instalación pionera es la primera planta geotérmica en Irán y en toda la región circundante, aprovechando los vastos reservorios de calor profundo bajo la superficie terrestre para generar electricidad.
Con más del 95 por ciento de la instalación y puesta en marcha completados y una inversión inicial que supera los 650 mil millones de tomans, la planta está lista para activar su primera fase de 5 megavatios. El proyecto aprovecha un reservorio geotérmico probado con una capacidad potencial estimada de hasta 250 megavatios.
Más allá de sus logros técnicos, el proyecto representa un gran avance en la soberanía energética nacional, ya que Irán ha dominado con éxito el ciclo completo de exploración, diseño y operación geotérmica.
Además de suministrar energía limpia y confiable, se espera que la iniciativa estimule el crecimiento económico regional, impulse el turismo y establezca un modelo escalable para desarrollar los otros recursos geotérmicos de Irán, posicionando firmemente al país en la transición global hacia la energía sostenible.
Un viaje pionero de la concepción a la realidad
El camino hacia la primera planta geotérmica de Irán comenzó con investigaciones exhaustivas sobre el significativo potencial energético de la región volcánica Sabalan, un reservorio geotérmico de alta temperatura científicamente verificado.
Si bien la experiencia internacional, especialmente de ENEL de Italia, contribuyó a la evaluación inicial del campo, el desarrollo y la ejecución del proyecto han sido fundamentalmente nacionales.
A través de la especializada Compañía de Generación de Energía Térmica, Irán lanzó un programa integral que incluyó mapeo geológico, estudios geofísicos y perforación exploratoria profunda.
Estos esfuerzos superaron desafíos técnicos formidables, particularmente los relacionados con el acceso a los recursos geotérmicos a profundidades cercanas a los 3000 metros.
La perforación y prueba exitosa de varios pozos —capaces de producir fluidos calientes con entalpías de hasta 1000 kilojulios por kilogramo y temperaturas cercanas a los 250°C— confirmó la viabilidad comercial del reservorio.
Esta rigurosa fase de desarrollo transformó el potencial teórico en un activo tangible, productor de vapor, abriendo el camino para la construcción de la planta y la integración del sistema, que ahora culmina en los procedimientos finales de conexión a la red.
Excelencia en ingeniería: Aprovechando el calor confiable de la Tierra
La fortaleza operativa de la planta geotérmica Meshgin Shahr radica en su aplicación refinada de los principios termodinámicos convencionales a una fuente de energía renovable.
A diferencia de las plantas de energía a base de combustibles fósiles, que dependen de la combustión para generar vapor, esta instalación aprovecha el vasto y constante calor geotérmico de la Tierra.
Los pozos de producción acceden al reservorio profundo, llevando una mezcla de vapor y agua caliente a la superficie. El vapor se separa y se dirige a las turbinas para generar electricidad, mientras que el fluido geotérmico restante se reinyecta en el reservorio.
Este proceso de ciclo cerrado mantiene la presión del reservorio y garantiza la sostenibilidad a largo plazo.
Una ventaja clave de la energía geotérmica sobre las renovables intermitentes, como la solar y la eólica, es su capacidad para proporcionar electricidad continua durante todo el día, independientemente de las condiciones climáticas o estacionales. Como resultado, la planta Meshgin Shahr suministra energía confiable a la red nacional.
La fase operativa inicial generará cinco megavatios, funcionando como un piloto práctico que valida tanto la tecnología como el rendimiento del reservorio.
Desde esta base, existe una clara vía de expansión, escalando la producción a 30 megavatios y, finalmente, hacia la capacidad total estimada del campo, de 250 megavatios.
Piedra angular de la estrategia energética nacional y soberanía del conocimiento
La importancia estratégica del proyecto geotérmico Meshgin Shahr va más allá de su capacidad instalada. Representa un paso decisivo en la diversificación del portafolio energético de Irán y en la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles para la generación de electricidad.
Más importante aún, representa un gran avance en la soberanía del conocimiento nacional en el sector energético.
El proyecto ha permitido la total localización de la experiencia técnica necesaria para el desarrollo sostenible de los recursos geotérmicos, un activo invaluable para las comunidades iraníes de ingeniería, ciencia e industria.
Desde descifrar la compleja geología subterránea hasta realizar exploraciones avanzadas, perforar en condiciones desafiantes y diseñar la propia planta de energía, los especialistas iraníes han dominado todo el ciclo de desarrollo geotérmico.
Este logro no solo asegura la expansión a largo plazo del campo Sabalan, sino que también posiciona al país para identificar y explotar recursos geotérmicos en otras regiones de alto potencial.
Al hacerlo, sienta las bases para una nueva industria de energía limpia impulsada por el país, basada en la capacidad tecnológica, la innovación y la autosuficiencia.
Viabilidad económica y marco para la inversión privada
Las evaluaciones financieras independientes del proyecto Meshgin Shahr afirman su fuerte justificación económica, particularmente dentro del marco de políticas de energía renovable de Irán.
Estudios realizados por instituciones como la Universidad Jarazmi indican que, bajo el esquema de Tarifas de Alimentación (FIT) del gobierno, diseñado para fomentar la participación del sector privado en la energía limpia, el proyecto es financieramente atractivo desde el punto de vista de un inversor.
Utilizando métricas de evaluación establecidas, como el Valor Anual Uniforme Equivalente (EUAW) y la Tasa Interna de Retorno (IRR), los análisis concluyen que la generación de electricidad en la planta es económicamente viable y capaz de satisfacer las tasas mínimas de rentabilidad aceptables para los inversores.
La adopción del mecanismo FIT, que ha demostrado ser eficaz en muchas economías desarrolladas, proporciona un entorno de inversión transparente y estable.
Al absorber parte del riesgo de exploración en las primeras etapas y garantizar una tarifa de compra, la política convierte el considerable potencial geotérmico de Irán en una oportunidad comercialmente atractiva. Este marco abre la puerta a asociaciones público-privadas, acelerando el crecimiento sectorial y fortaleciendo el papel de la energía geotérmica en la mezcla energética nacional.
Gestión ambiental y evaluación holística de impactos
El desarrollo de la planta geotérmica Meshgin Shahr ha sido guiado por un enfoque científico y riguroso de gestión ambiental, asegurando su alineación con los principios de desarrollo sostenible.
Se realizó una exhaustiva Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) utilizando herramientas avanzadas como la Matriz de Evaluación Rápida de Impacto (RIAM) y Sistemas de Información Geográfica (GIS) para construir bases de datos geoespaciales detalladas del sitio.
Esta evaluación pre-desarrollo de las condiciones físicas, biológicas y socioculturales reveló que aproximadamente el 57 por ciento de los impactos a largo plazo del proyecto son positivos, mientras que solo el 43 por ciento son negativos, ninguno de los cuales fue clasificado como preocupación significativa.
Operativamente, la planta producirá emisiones sustancialmente más bajas de gases de efecto invernadero y contaminantes en comparación con las alternativas de combustibles fósiles.
La EIA identificó cuidadosamente los riesgos ambientales potenciales, incluyendo la protección de las aguas subterráneas, el monitoreo de la calidad del aire para gases como el sulfuro de hidrógeno (H₂S), y el control del ruido durante las actividades de perforación. Se desarrollaron robustos planes de mitigación para abordar estas preocupaciones de manera efectiva.
Además, la evaluación destacó las externalidades positivas significativas, como la construcción de nuevos caminos de acceso, la creación de empleos y el estímulo al turismo regional a través de este innovador proyecto de energía limpia.
Catalizador para la prosperidad regional y el turismo sostenible
El lanzamiento de la planta geotérmica Meshgin Shahr se convertirá en un poderoso motor de crecimiento socioeconómico en la provincia de Ardabil. Más allá de los trabajos calificados creados durante la construcción, la instalación proporcionará oportunidades de empleo técnico estable para su operación y mantenimiento continuos.
Las mejoras de infraestructura, como el aumento de los caminos de acceso, beneficiarán no solo a la planta, sino también a las aldeas y comunidades locales, mejorando la conectividad y los enlaces de transporte.
Además, la planta está lista para convertirse en una atracción distintiva dentro del paisaje turístico vibrante de la región, que ya cuenta con la impresionante belleza natural del Monte Sabalan, aguas termales y rica biodiversidad.
Al establecerse como un centro de energía limpia e innovación tecnológica, la región puede atraer a turistas eco-conscientes, investigadores y expertos de la industria.
Este flujo promete nutrir una economía basada en el conocimiento que complemente los sectores agrícolas y pastorales tradicionales de Ardabil, fomentando un desarrollo equilibrado y sostenible para el futuro.
Visión para el futuro: expansión y replicación nacional
El inminente lanzamiento de la planta geotérmica Meshgin Shahr no se ve como un punto final, sino como el hito fundamental en una estrategia energética nacional más amplia y ambiciosa.
Los líderes del proyecto han delineado pasos claros a seguir, enfocados en expandir de manera sistemática tanto la capacidad de los pozos existentes como de la propia instalación Meshgin Shahr.
Este desarrollo por fases aprovechará plenamente el reservorio geotérmico comprobado en la región de Sabalan, incrementando de manera constante la producción de electricidad limpia y confiable.
Más allá de Sabalan, el objetivo final es aprovechar la experiencia técnica, las innovaciones tecnológicas y las cadenas de suministro establecidas a través de este proyecto piloto para impulsar el desarrollo de plantas geotérmicas en otras regiones geológicamente favorables de Irán.
Este modelo escalable y replicable promete convertir el vasto potencial geotérmico de Irán en una red generalizada de fuentes de energía sostenible.
Al hacerlo, desempeñará un papel crucial en la mejora de la seguridad energética del país, impulsará el crecimiento económico y cumplirá los compromisos de Irán con la gestión ambiental y la innovación, estableciendo un ejemplo pionero para la región en su conjunto.
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV
