En un vídeo colgado la misma jornada, la milicia kurda afirmó que sus combatientes destruyeron un carro de combate turco, utilizando un misil anti-tanque guiado.
Por otro lado, un comandante de las YPG ha informado este sábado de que los kurdos repelieron la pasada noche una gran ofensiva del grupo Ejército Libre Sirio (ELS), aliado de Turquía, contra la aldea de Ain Daqna y Belule, matando a decenas de combatientes rivales.
Entretanto, Redur Xelil, un alto responsable de las llamadas kurdo-árabes Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), amenazó el mismo día de viernes que Ankara afrontará una “debida respuesta” si continúa con la ofensiva “Rama de Olivo” que inició el pasado 20 de enero contra las posiciones kurdas en la ciudad de Afrin, sita en el noroeste de Siria, reportó la agencia británica Reuters.
Con estas palabras, Xelil reaccionaba a las declaraciones del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoagn, quien amenazó con extender la operación en curso a otras zonas norteñas de Siria hasta la frontera iraquí con tal de eliminar por completo la presencia de los milicianos kurdos, apoyados por Estados Unidos, en la frontera turco-siria.
La operación turca comenzó después de que saliera a la luz una información que señalaba que los estadounidenses tratan de entrenar a un nuevo ejército compuesto por 30.000 milicianos kurdos en Siria, iniciativa que ha indignado a Ankara.
Por su parte, Siria ha rechazado “la flagrante agresión” de las fuerzas de Turquía contra su soberanía y ha llamado a la comunidad internacional a detener “de inmediato” las acciones turcas.
Ankara volvió a pedir el jueves a Washington que cesara de respaldar a los kurdos o se arriesgará a que haya enfrentamientos con las tropas turcas sobre el terreno. Turquía vincula a las YPG al grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), razón por la que desde el estallido del conflicto en Siria en 2011 ha tratado de alejar a los kurdos de sus fronteras.
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