En la Franja de Gaza, la crisis sanitaria alcanza niveles extremos. Las restricciones israelíes a la entrada de medicamentos han dejado a los hospitales sin los antibióticos más básicos, fundamentales para tratar infecciones y salvar vidas. Médicos advierten que esta escasez provoca complicaciones graves en pacientes con heridas y enfermedades crónicas.
Las infecciones se extienden sin control, deteriorando la salud de miles de personas y poniendo en riesgo incluso a quienes llegan con lesiones menores. En el hospital de los Mártires de Al-Aqsa, en el centro de la Franja, se registran casos de amputaciones de extremidades que pudieron haberse evitado con un tratamiento adecuado.
Las organizaciones humanitarias alertan que esta escasez no solo amenaza la recuperación de los heridos, sino que expone a toda la población a brotes de enfermedades infecciosas que ya no pueden ser contenidos.
La falta de antibióticos en Gaza revela cómo la escasez de un solo medicamento puede transformar heridas tratables en tragedias irreversibles. Una crisis sanitaria que se suma a la carga diaria de la guerra.
Huda Hegazi, Gaza.
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