La Flotilla Global Sumud se encuentra a menos de 1000 kilómetros de la costa de la Franja de Gaza. La misión, compuesta por unas 50 embarcaciones civiles que transportan suministros humanitarios, incluida ayuda médica, cuenta con más de 500 activistas de todo el mundo. Zarpan con el objetivo de romper el asedio del régimen israelí sobre un enclave donde 2,4 millones de palestinos viven sitiados desde hace 18 años.
La actualización de su ubicación se produjo un día después de que los organizadores reportaran 12 explosiones en nueve embarcaciones, tras ataques con drones en aguas internacionales. Israel ha advertido reiteradamente que bloqueará la misión.
Ante estas amenazas, Italia anunció el envío de una segunda nave militar para escoltar la flotilla. Tras el despliegue de la fragata Fasan, el país europeo dirige ahora al Alpino, que cuenta con capacidades adicionales para actuar en caso de ser necesario.
La flota ahora suma tres barcos, tras el anuncio del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien informó este miércoles desde Nueva York que España enviará también un buque de guerra. Se trata del patrullero oceánico El Furor, con una dotación de medio centenar de personas.
Desde la tragedia de Mavi Marmara hasta la operación Global Sumud, Israel, como potencia ocupante, mantiene un historial de interceptar embarcaciones con destino a Gaza, confiscar barcos y deportar activistas, acciones que han sido duramente criticadas por numerosos países por considerarse piratería marítima y violación del derecho internacional.
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