Vehículos militares israelíes han avanzado la madrugada de este miércoles hacia las localidades de Jubata al-Khashab y Ofaniya, ambas en la provincia suroccidental siria de Quneitra, cercanas a la parte ocupada por Israel de los estratégicos Altos del Golán sirios, según ha informado la cadena libanesa Al Mayadeen.
Las tropas israelíes han realizado registros y se han desplegado en algunos tejados, mientras los drones espías del régimen ocupante sobrevolaban intensamente a baja altitud.
La incursión israelí ha tenido lugar tan solo dos días después de que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en el Reino Unido informara que las fuerzas israelíes habían establecido un puesto de control temporal al norte de la aldea de Al-Rafid, en Quneitra.
El Observatorio señaló entonces que las fuerzas israelíes registraron a transeúntes y arrestaron a un joven, antes de retirarse a la base de Tal Ahmar Gharbi, desde donde lanzaron su incursión terrestre. Un convoy del ejército israelí, compuesto por 10 vehículos militares, también avanzó hacia las afueras de la aldea de Ain Ziwan, mientras aviones de reconocimiento del régimen sobrevolaban la zona.
Las últimas incursiones se producen mientras Israel continua las agresiones aéreas en múltiples puntos de la capital siria, Damasco, intensificadas desde la caída del gobierno del expresidente Bashar al-Asad en diciembre de 2024.
El 13 de septiembre, Abu Mohammad al-Golani, autoproclamado presidente de Siria, anunció el inicio de negociaciones directas con Israel para restablecer el acuerdo de 1974, firmado tras la guerra de 1973 entre el país árabe y el régimen sionista.
Las conversaciones se centran en detener las maniobras agresivas de Tel Aviv contra la nación árabe y alcanzar un “acuerdo de seguridad” entre Damasco y el régimen israelí.
HRW: Israel comete “crímenes de guerra” en el sur de Siria
Las agresiones israelíes en Siria se producen mientras organizaciones de derechos humanos denuncian crímenes atroces cometidos por el régimen en el país levantino. La ONG Human Rights Watch ha denunciado que Israel cometió “crímenes de guerra” en la aldea fronteriza de Al-Hamadiya, en el sur de Siria —donde el régimen está construyendo instalaciones militares—, al desplazar forzosamente a sirios, demoler viviendas e impedir el acceso de la población a tierras agrícolas.
“En lugar de responder a una amenaza inmediata, las fuerzas israelíes parecen haber despejado y destruido viviendas como parte de una estrategia más amplia para consolidar su presencia militar”, dijo HRW en su último informe sobre Siria.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado a sus fuerzas que se adentren más en territorio sirio y se apoderen de varios puntos estratégicos.
La inacción del gobierno de facto, presidido por el grupo militante Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y sus intentos de normalización de relaciones con Tel Aviv parecen haber dado a Israel mayor margen de maniobra para expandir su ocupación e intensificar sus ataques aéreos y terrestres.
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