• ¡Así suena el nuevo coronavirus! Trasformen la COVID-19 en melodía
Publicada: martes, 7 de abril de 2020 17:06
Actualizada: miércoles, 8 de abril de 2020 6:31

Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), EE.UU., logra convertir una estructura de proteína del nuevo coronavirus en música.

Según el artículo, publicado el 2 de abril en MIT News, especialistas y científicos estadounidense consiguieron convertir el nuevo coronavirus, denominado COVID-19, en una melodía mediante la aplicación de tecnologías de inteligencia artificial, y utilizando vibraciones moleculares y redes neuronales para construir nuevas formas musicales.

El método consiste en transformar la proteína spike o pico en un sonido que permite a la COVID-19 adherirse a las células para infectarlas.

Su pico de proteína contiene tres cadenas de proteínas combinadas en un modelo intrigante. Estas estructuras son demasiado pequeñas para que los ojos las vean, pero pueden ser escuchadas”, afirmó el líder del proyecto y profesor del Instituto, Markus Buehler, en un comunicado del MIT.

“Necesitaríamos un microscopio de alta potencia para ver el detalle equivalente en una imagen y nunca podríamos ver todo esto a la vez”, aseguró.

 

Buehler afirmó que la investigación de esta enfermedad mortal les ayudó a determinar que este virus tiene “una capacidad extraña de engañar y utiliza un anfitrión para su propia multiplicación”.

Conforme al investigador, la música producida puede parecer “agradable” y “relajante”, pero solo engaña a nuestros oídos “de la misma manera en que el virus engaña a nuestras células”.

Asimismo, explicó que el genoma secuestra la maquinaria de fabricación de la proteína de células del anfitrión, y la obliga a replicar el genoma viral y producir las proteínas virales para hacer nuevos virus.

“Es un invasor disfrazado de visitante amistoso”, enfatizó el científico.

En esta misma línea, los estudios realizados hasta la fecha revelan que el nuevo formato sonoro puede ayudar a los científicos a encontrar lugares en la proteína donde los anticuerpos del sistema inmune o los medicamentos puedan acoplarse. 

Los autores de la investigación aseguraron que, al comparar la secuencia musical de la proteína espiga con una base de datos de otras proteínas sonidificadas, será posible encontrar una que pueda adherirse directamente a ella, quitando así al virus su capacidad para infectar células.

La COVID-19, originada en China en diciembre de 2019, se ha convertido en una crisis global al afectar a 1 383 436 de personas a nivel mundial. De acuerdo con las últimas cifras obtenidas por el portal de Worldmeters, 78 917 de los infectados han perdido la vida en más de 200 países.

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