“En cuanto a las bajas de los soldados ucranianos… ya son más de 13 000”, declaró este jueves el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, en una reunión del Consejo de Seguridad ruso presidida por el presidente Vladímir Putin.
En este marco, el funcionario ruso anunció que, durante la contraofensiva de Kiev, las fuerzas rusas inutilizaron 595 vehículos blindados de combate, 279 cañones de artillería de combate y morteros, incluidos 48 de producción occidental, 42 lanzacohetes múltiples y dos sistemas de misiles antiaéreos.
Asimismo, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú manifestó en la reunión que, tras 16 días de intensos combates, la fuerza ucraniana rebajó su actividad y procedió a la reagrupación de sus fuerzas y a la formación de nuevos batallones con las unidades que le quedan.
La contraofensiva largamente prometida de Ucrania comenzó el 5 de junio, con un ataque fallido a las posiciones rusas cerca de Donetsk, seguido de una ola tras ola de ataques, todos repelidos por las fuerzas rusas antes de que su laberinto de trincheras, campos de minas y fortificaciones de múltiples capas pudiera ser violado.
Aunque el Ejército ucraniano aduce que cinco localidades han sido reconquistadas desde el inicio de la operación, Moscú asegura que la ofensiva de Ucrania no ha tenido ningún éxito y ha dejado muchas pérdidas entre las filas ucranianas.
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