El director general de la corporación estatal rusa Rostec, Serguéi Chemézov, precisó que Ankara está decidida a respetar el acuerdo de compra de los sistemas antimisiles rusos S-400 pese a las “sin precedentes” presiones de EE.UU., y por ello Moscú está dispuesto a “apoyar” Turquía.
En una entrevista con la agencia turca de noticias Anadolu publicada el viernes, Chemézov comentó que, dada la posibilidad de que Washington no entregue a Turquía los F-35 comprometidos, Rusia estaría de acuerdo en vender a Turquía sus modernos Su-57.
“Rusia está dispuesta a cooperar” si a Ankara le interesan los cazas, vuelve a señalar el jefe de Rostec. Precisa que estos aviones de combate son de quinta generación y cuentan con “características espectaculares” y “un gran potencial” para la exportación.
Sobre el acuerdo para la compra de los S-400 rusos, Chemézov señaló que Moscú también cumplirá con su compromiso y entregará todos los sistemas antes del fin de este año en curso.
“Firmamos el contrato para los S-400 en 2017 y antes del fin de este año vamos a concluir las entregas […] Estamos dispuestos a apoyar a Turquía para que mejore su propia industria de defensa”, indica.
Firmamos el contrato para los S-400 en 2017 y antes del fin de este año vamos a concluir las entregas […] Estamos dispuestos a apoyar a Turquía para que mejore su propia industria de defensa”, precisa el director general de la corporación estatal rusa Rostec, Serguéi Chemézov.
Turquía, primer miembro de la OTAN que compra S-400 rusos
Turquía es el primer país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que ha sellado un contrato con Rusia para comprar sus sistemas de defensa antiaérea y esto no ha gustado nada al bloque militar occidental, a EE.UU. en particular. De hecho, el Departamento estadounidense de Estado ha amenazado a Turquía con sanciones y con detener la entrega de los cazas F-35 si compra los S-400.
Chemézov comentó al respecto que el hecho de no ceder ante las presiones de “los socios”, muestra “la independencia” de Ankara en política exterior.
El empresario aprovechó la ocasión para anunciar que Rusia evaluaría “con alegría” cualquier propuesta por parte de Ankara para desarrollar los S-400 y Su-57 en suelo turco o la transferencia de su tecnología.
Rusia planea desafiar a EE.UU. e iniciar un nuevo proyecto con Turquía
Chemézov prosiguió diciendo que Rusia ha propuesto una cooperación a Turquía para desarrollar la nueva generación del sistema de defensa aérea S-500.
Los S-500, de acuerdo con el empresario, cuyo uso es la defensa antiaérea, carecen de versión similar en el mundo entero.
Ankara, un aliado de EEUU que elige a Rusia
Ankara sostiene que necesita las armas rusas para defenderse de los “rebeldes” kurdos y extremistas takfiríes, a quienes considera la principal amenaza a su soberanía territorial. No obstante, según distintos analistas, el despliegue de los S-400 rusos en Turquía no estará exento de problemas, ya que este sistema no se podrá integrar con el resto del sistema de defensa antiaérea de la OTAN y, dado el emplazamiento estratégico de Turquía en el flanco oriental de la alianza, es, en verdad, problemático.
Ankara, al mismo tiempo, busca adquirir los F-35, el avión de guerra más avanzado de todo el arsenal estadounidense. A Washington, por su parte, le preocupa que “si Turquía opera tanto los F-35 como los S-400, los rusos podrían hacerse con información crucial que les permitiría entender mejor las características del avión y por lo tanto cómo poder derrotarlo”, por eso amenazan con suspender el programa con Turquía, según el corresponsal para temas diplomáticos y de seguridad de la BBC Jonathan Marcus.
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