El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, han comunicado hoy viernes, tras reunirse en Moscú (capital de Rusia), su “profundo pesar” por la retirada unilateral del Gobierno estadounidense del Tratado INF.
El presidente del país norteamericano, Donald Trump, hizo público el 20 de octubre su decisión de denunciar ese acuerdo bilateral, con el pretexto de que la parte rusa está violando sus disposiciones en beneficio de China. El acuerdo fue firmado en 1987 por Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) para deshacerse de los misiles de alcance intermedio con capacidad para portar ojivas nucleares.
“Las partes señalan que la decisión de Washington conllevaría las consecuencias más negativas para la seguridad internacional y el sistema de control de armas, y llaman a EE.UU. a reconsiderar su intención de salir del acuerdo”, han enfatizado los dos líderes en un comunicado conjunto publicado en el sitio web del Kremlin.
Las partes señalan que la decisión de Washington conllevaría las consecuencias más negativas para la seguridad internacional y el sistema de control de armas y llaman a EE.UU. a reconsiderar su intención de salir del acuerdo”, han enfatizado el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, en un comunicado conjunto publicado en el sitio web del Kremlin.
Haciendo una referencia implícita a la política de EE.UU., Putin y Díaz-Canel reprochan en el texto la conducta “desestabilizadora” de ciertos Gobiernos que recurren a “medidas coercitivas unilaterales” y “acusaciones infundadas” y rechazan cumplir los compromisos asumidos, a fin de materializar sus objetivos.
Asimismo, los dos mandatarios denuncian la imposición de sanciones unilaterales “a fin de derrocar a autoridades legítimas, incluso a través del sofocamiento económico o desestabilización de la situación interior de los países”.
Los dos presidentes aseveran que dichas medidas no solo generan problemas sociales y humanitarios, sino que también obstaculizan el desarrollo de la cooperación económica y financiera transparente a nivel internacional.
El mandato de Trump se ha caracterizado desde el principio por la ruptura de acuerdos previos de Washington con otros países. Desde su llegada a la Casa Blanca, el magnate neoyorquino ha intentado revertir el progreso que Cuba y EE.UU. iniciaron a finales de 2014 para normalizar sus relaciones bilaterales, y endurecer el bloqueo a La Habana para asfixiar la economía de la isla caribeña.
Sobre los embargos que impone EE.UU. a otros países, numerosos analistas sostienen que se trata de una “adicción” de Washington para mantener su monopolio del poder a nivel mundial.
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