El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, durante una reunión mantenida este jueves con el secretario general de la LA, Nabil al-Arabi, ha instado al bloque árabe a desempeñar un papel más activo para resolver las crisis regionales.
El proceso de paz en la región de Oriente Medio ha entrado en un callejón sin salida”, apostilla Lavrov.
El canciller ruso se ha mostrado preocupado por el aumento de las agresiones terroristas en Oriente Medio y Libia y ha reiterado que el proceso de paz en esta región ha entrado en un “callejón sin salida”.
Lavrov también ha hecho referencia a los conflictos existentes entre el régimen de Israel y Palestina y ha llamado a las autoridades de la LA a ejercer un rol más activo para poner fin a la disputa entre ambas partes.
En la jornada de ayer (miércoles), el canciller ruso envió un mensaje a un foro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el que recalcó que Rusia apoya la paz israelí-palestina de acuerdo con las leyes internacionales y agregó que Moscú no escatimará esfuerzos para que los palestinos puedan gozar de un Estado palestino independiente.
En otra parte de su cita con Al-Arabi, el jefe de la Diplomacia rusa, ha hecho alusión a las relaciones entre LA y Moscú y ha aseverado que entre los diversos temas que tienen en cartera, los problemas políticos de la región constituyen el asunto más importante para ambos lados.
Oriente Medio, desde hace décadas ha sido escenario de sangrientos problemas. Las tensiones en esta parte del mundo han aumentado después de que Siria se convierta en el epicentro de las actividades de diferentes grupos terroristas, apoyados desde el extranjero.
El surgimiento del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) en 2014 echó leña al fuego de la crisis que azotaba Oriente Medio. Desde el año pasado, el aumento de la cifra de los integrantes de esta banda terrorista y la intensificación de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el mencionado grupo takfirí han provocado la preocupación internacional.

El EIIL, que opera principalmente en Irak y Siria, ha amenazado con conquistar varias regiones del mundo en los próximos cinco años, incluidos España, los Estados de la península de los Balcanes, Oriente Medio, África del Norte y grandes zonas de Asia.
La violencia que promueve este grupo, respaldado por Turquía, Catar, Arabia Saudí, y algunos países occidentales, ha dejado cientos de muertos y millones de desplazados en Siria e Irak.
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