Consultada el viernes por las declaraciones atribuidas a un general alemán sobre los preparativos de Alemania ante un eventual conflicto con Rusia, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova, afirmó que Moscú no tiene intención de atacar a ningún país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“Rusia no tiene planes de atacar a la OTAN, pero ya se están adoptando medidas de seguridad ante la movilización de unidades de la alianza cerca de la frontera rusa”, declaró Zajárova a los periodistas el viernes.
La diplomática agregó que “si a los estrategas de la OTAN se les ocurre la loca idea de atacar a Rusia, que no tengan duda de que responderemos con todos los medios disponibles”.
Estas declaraciones se producen después de que el teniente general alemán, Alexander Sollfrank, señaló en una entrevista con Reuters a comienzos de este mes que una eventual decisión de Rusia de atacar a un miembro de la OTAN dependería de la postura de los aliados occidentales. Aun así, advirtió que Moscú dispone de la “capacidad actual y el poder de combate” necesarios para “iniciar un ataque de pequeña escala contra territorio de la OTAN incluso mañana”.
Por su parte, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigú, también afirmó el jueves que los líderes de los países europeos de la OTAN podrían contemplar escenarios provocativos complejos contra Rusia.
En una entrevista con Sputnik, Shoigú señaló que “parece que los líderes de los países europeos de la OTAN son capaces de considerar cualquier escenario complejo, y las agencias de inteligencia occidentales han adquirido una amplia experiencia en la organización de tales provocaciones”.
El alto funcionario ruso reconoció que el avance y la cercanía de la OTAN a las fronteras occidentales de Rusia, así como las acciones agresivas de los países occidentales, pueden justificarse con “reclamos de rusofobia”.
El 6 de noviembre, la oficina de prensa del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) anunció que la OTAN insta a Kiev a llevar a cabo una importante operación de sabotaje contra ucranianos y residentes de países de la Unión Europea, similar a la tragedia del derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en 2014, para culpar a Moscú.
Según la inteligencia rusa, los miembros europeos de la OTAN presionan a Kiev para que dé este paso con el fin de revertir el rumbo negativo del conflicto ucraniano para Occidente y cambiar la percepción pública al respecto.
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