En esta operación, los ingenieros del Ejército ruso fueron llamados a construir un puente temporal de 100 metros sobre el congelado río Oka, en la región occidental de Vladimir Oblast, según informó el domingo el diario británico Mirror.
Para permitir que un convoy de vehículos blindados y camiones pasara sobre el río, los ingenieros instalaron una pista portátil encima del cauce helado, antes de que los soldados hicieran estallar el hielo bajo del puente.
Sobre la base de estas operaciones, la agencia Reuters ha informado también de que el Kremlin tiene planeado reabrir las bases militares y aéreas soviéticas en las islas árticas rusas y utilizar sus radares abandonados en la región.
Según la agencia británica, Rusia vive bajo el mandato del actual presidente, Vladimir Putin, su etapa de mayor poderío militar en el Árctico desde la caída de la Unión Soviética, en 1991.
Con cerca de una tercera parte de su territorio situado al norte del círculo del Ártico, Rusia está interesada en desarrollar diferentes tipos de proyectos en la región, por lo que Putin ha ordenado reforzar la presencia en esa zona.
En este contexto, la Federación Rusa ha aplicado una serie de medidas para defender sus intereses en el Ártico, que atrae cada vez más la atención de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El pasado año 2016, los buques de guerra, submarinos y buques de suministro de la Armada rusa realizaron más de 30 expediciones de larga distancia por el mundo entero, según datos de la agencia oficial de noticias Sputnik.
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