Pese a la salida de la Troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetaria Internacional y la Comisión Europea), y el anunciado final del rescate financiero, los trabajadores portugueses se toman las calles.
Este sábado, se concentraron en las principales ciudades para pedir mejores condiciones de vida y trabajo.
Dicen que el paro no es el único problema en estos momentos en Portugal. Y es que muchos de los que sí trabajan cobran menos que antes del inicio de la austeridad, hace cuatro años.
La protesta de este sábado tuvo lugar mientras sigue la polémica con el primer ministro Pedro Passos Coelho, quien se encuentra bajo el escrutinio de los medios por no haber pagado a la seguridad social durante cinco años.
Antonio Oliveira e Silva, Lisboa.
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