• El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, habla en una rueda de prensa en Teherán, capital de Irán.
Publicada: lunes, 4 de marzo de 2024 11:03

El vocero de la Cancillería iraní ha reiterado este lunes la voluntad de Teherán de alcanzar una solución política al diferendo por el yacimiento de gas de Arash.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, ha subrayado que la visión de la nación persa sobre las relaciones con los vecinos de la región es tratar de crear una atmósfera positiva y constructiva y hacer hincapié en las cuestiones comunes y resolver cuestiones en disputa a través de conversaciones técnicas y amistosas.

En este contexto, se ha referido a la reciente declaración del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG), en la que considera a Kuwait y Arabia Saudí como únicos propietarios del yacimiento de gas de Arash, y ha dejado claro que ese reclamo unilateral carece de validez.

“Es necesario señalar —asevera Kanani— que hemos manifestado muchas veces nuestras posiciones de principios basadas en el derecho internacional. Naturalmente, hacer una reclamación infundada y unilateral no creará ningún derecho para el reclamante”, ha remarcado.

Ha agregado que “plantear estas cuestiones en los medios y en declaraciones unilaterales no ayuda de ninguna manera”.

 

A principios de febrero, Irán recordó a Kuwait que los reclamos unilaterales sobre el campo de gas natural de Arash obstruirían la solución de una disputa territorial sobre el depósito de energía sobre la base de intereses mutuos.

En una declaración del 14 de febrero, Kanani subrayó que Teherán siempre ha enfatizado que la disputa sobre el campo de Arash debe resolverse mediante el diálogo basado en negociaciones previas de expertos.

Esto, en respuesta a un comunicado conjunto emitido el 13 de febrero por los gobiernos de Kuwait y Baréin, el cual afirmaba que el yacimiento está ubicado enteramente dentro de las fronteras marítimas kuwaitíes, y que sus recursos naturales son compartidos entre este país y Arabia Saudita.

La disputa sobre el campo de gas de Arash, que los kuwaitíes llaman Al-Durra, se remonta a la década de 1960, cuando Irán y Kuwait obtuvieron concesiones superpuestas en alta mar para el campo tras su descubrimiento.

La disputa ha visto varios ciclos de reclamos y contrademandas por parte de las partes involucradas, convirtiéndose en un punto de conflicto clave en las relaciones entre los tres vecinos del Golfo Pérsico. 

Reunión de la OCI sobre Palestina

Sobre la reunión de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) con respecto a Palestina, prevista para este martes en la ciudad saudí de Yedá, el portavoz de la Cancillería iraní ha indicado como primera prioridad la necesidad de poner fin a la guerra genocida del régimen de Israel contra la Franja de Gaza.

“La segunda (prioridad) es reabrir las rutas para el envío de ayuda humanitaria y la tercera es impedir la implementación de la política de desplazamiento de la población de Gaza. Damos la bienvenida a cualquier acontecimiento que conduzca a un cese inmediato de la guerra y la agresión del régimen sionista”, ha detallado el vocero.

Kanani ha hecho énfasis en los esfuerzos diplomáticos de Irán para el desarrollo de este encuentro, la segunda reunión de ministros de Relaciones Exteriores islámicos, que se llevará a cabo de manera extraordinaria.

 

“Desafortunadamente, no hemos sido testigos de que la Organización de Cooperación Islámica desempeñe su papel de apoyo a Palestina como debería”, ha asegurado el diplomático al lamentar la falta de una acción efectiva de esta organización durante el período de cinco meses de los crímenes del régimen sionista contra el pueblo de Gaza.

Añade que las expectativas de los líderes de los países islámicos giran en torno a adoptar una decisión fuerte y unánime con respecto a dar un paso efectivo para defender Palestina, dígase la urgente cuestión de poner fin a la guerra.

Los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre de la entidad sionista contra la Franja de Gaza han dejado más de 30 400 muertos y alrededor de 72 000 heridos, en su mayoría, niños y mujeres, así como alrededor de dos millones de desplazados.

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