“La República Islámica de Irán siempre ha estado comprometida con las normas y sus obligaciones internacionales, por lo que no acepta ninguna injerencia en su programa nuclear, de misiles y los asuntos relacionados a sus políticas militares y su defensa. Sería mejor que estos países se enfoquen en cumplir sus compromisos pendientes con las organizaciones internacionales, entre ellos la AIEA”, ha advertido este jueves el portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade.
Con estas declaraciones, el diplomático persa ha reaccionado a una declaración final emitida el miércoles por los ministros de Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños al Golfo Pérsico), en la que se expresa la preocupación de los países miembros sobre el programa de misiles de Irán.
Los Estados árabes pidieron, además ser incluidos en las conversaciones en curso en Viena (Austria) entre Irán y los restantes firmantes del acuerdo nuclear de 2015, destinadas a revivir el pacto, al tiempo que denunciaron lo que llamaron el “continuo incumplimiento de Irán de sus obligaciones con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)”.
El vocero de la Diplomacia persa ha tachado de “infructífera” la declaración del CCG y ha instado a las monarquías árabes del Golfo Pérsico a abandonar las políticas “desfasadas, prestar atención a las realidades de la región [de Asia Occidental] y adoptar enfoques destinados a promover el diálogo y la cooperación regional”.
Ha fustigado el doble rasero de algunos Estados árabes que ofrecen por un lado normalizar lazos con la República Islámica y formulan, por otro, “acusaciones sin fundamento” en su contra. “El CCG es rehén de las exigencias excesivas y las políticas fracasadas de un reducido número de países miembros”, ha denunciado.
Jatibzade ha advertido que adoptar posturas poco constructivas con respecto a Irán socavará los esfuerzos destinados a impulsar el diálogo, allanará el camino para mayores injerencias extranjeras en la región y convertirá la zona en un gran depósito de armas occidentales.
Ha lamentado que el CCG cierre los ojos ante la masacre de palestinos en la Franja de Gaza por los bombardeos israelíes y ataque con descaro a la República Islámica y los grupos de la Resistencia.
“Aquellos Estados [miembros del CCG], cuyas políticas intervencionistas en otros países han llevado a la masacre de civiles inocentes, especialmente en Yemen, y a la propagación de la inseguridad y el terrorismo en la región, están tratando de evadir responsabilidades y el castigo internacional, encubriendo sus crímenes relacionados con los derechos humanos”, ha dicho.
El diplomático persa ha señalado que la República Islámica considera la interacción y la cooperación como la principal solución a los problemas regionales y da la bienvenida a cualquier iniciativa positiva dirigida a promover las relaciones sobre la base de las normas internacionales.
Las delegaciones de Irán y el resto de los firmantes del acuerdo nuclear de 2015 —el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China— se encuentran en Viena desde abril trabajando para revivir el pacto. Estados Unidos, que se retiró del pacto en 2018, participa en los diálogos de manera indirecta, después de que su actual presidente Joe Biden declarase estar dispuesto a retornar al acuerdo.
Washington, sin embargo, ha adelantado su decisión de agregar otros temas, como el programa convencional de misiles de Irán, a la mesa del acuerdo, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
En este sentido, Irán, rechazando las posibilidades de hacer concesiones más allá del marco del pacto nuclear, enfatiza que, si EE.UU. levanta todas las sanciones, Teherán también volverá a cumplir sus obligaciones, pero al mismo tiempo deja claro que no acepta ninguna renegociación al respecto y abandonará la mesa de conversaciones, si Washington insiste en conservar los embargos en su contra.
ftm/ctl/rba