Así lo indica el resultado de una nueva encuesta realizada por el departamento de investigación del Parlamento iraní, publicada este lunes.
Según el sondeo, casi el 60% de los iraníes considera que su país ha logrado una mejor posición regional tras el fin de la guerra de 12 días con Israel, finalizada el 24 de junio con un alto el fuego, según ha informado la agencia oficial de noticias IRNA.
Alrededor del 80% de los encuestados cree que los ataques de represalia de Irán con cientos de misiles y drones habían infligido daños considerables o muy graves al régimen israelí.
Asimismo, más del 61% ha dicho que Irán era militarmente más fuerte que Israel durante la guerra, mientras que un 20% afirma que ambas partes se encontraban en un equilibrio.
Alrededor del 74% de los encuestados ha defendido el derecho inalienable de Irán a usar la tecnología nuclear con fines pacíficos, y ha enfatizado que el país debería mantener y expandir su programa nuclear a pesar de las presiones de Estados Unidos y sus aliados, algo que Israel utilizó como pretexto para lanzar la agresión.
Los resultados de la encuesta muestran además que más del 81% de los iraníes considera a los grupos de oposición extranjeros y sus actividades durante la agresión israelí como un intento oportunista de tomar el poder en el país.
Informes y análisis indican que la agresión israelí contra Irán ha fortalecido significativamente la unidad social en el país, lo que ha provocado que grupos étnicos, religiosos y políticos se expresen más abiertamente en su apoyo al país persa.
El 13 de junio, Israel lanzó una agresión sin motivo alguno contra Irán, en flagrante violación del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). La ofensiva apuntó objetivos selectivos e indiscriminados, por lo que fueron martirizados numerosos comandantes militares de alto rango, científicos nucleares y civiles inocentes.
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Casi una semana después, Estados Unidos se sumó al conflicto, bombardeando tres instalaciones nucleares iraníes, en un supuesto intento de impedir el desarrollo del programa nuclear pacífico iraní.
En respuesta, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental.
El 24 de junio, Irán, mediante sus exitosas operaciones de represalia contra el régimen israelí y Estados Unidos, logró detener el asalto ilegal, imponiendo un alto el fuego a los agresores.
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