A través de un mensaje emitido el jueves, Raisi aseveró que el país persa respalda al pueblo afgano y hará todo lo posible para aliviar su sufrimiento.
Al respecto, dio instrucciones a la Sociedad de la Media Luna Roja iraní (IRCS, por sus siglas en inglés) para que preste servicios de socorro y rescate de calidad a los ciudadanos afganos afectados por el terremoto.
“Desafortunadamente, la ocupación estadounidense de Afganistán que se prolongó durante años, obstaculizó el desarrollo de las infraestructuras urbanas y rurales del país y esto ha dificultado la prestación de servicios de socorro de calidad a los heridos y a los que sufrieron pérdidas como resultado del terremoto”, apostilló el presidente Raisi.
Afganistán, un país empobrecido y sumergido en la crisis política, ahora enfronta un desastre: un potente terremoto de magnitud 5.9, que sacudió el miércoles la provincia de Paktika, a unos 150 kilómetros al sur de Kabul, capital, dejando al menos 1000 muertos y más de 1500 heridos y destruyendo cientos de casas inestables o mal construidas.
El gobierno talibán, que ya cuenta con recursos financieros limitados, tras la congelación de miles de millones de activos en el extranjero por EE.UU., ha pedido ayuda a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias.
Varios vuelos de ayuda humanitaria procedentes de Irán y Catar han aterrizado en el suelo afgano mientras que Pakistán ha enviado camiones con tiendas de campaña, suministros médicos y alimentos a través de su frontera terrestre.
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