En la apertura del evento, al que asisten representantes del Gobierno afgano, altos funcionarios y la delegación política del grupo insurgente Talibán, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, enfatizó el miércoles que solo el pueblo y los líderes políticos de Afganistán son quienes deben trazar su propio futuro, sin injerencia alguna por parte de otros.
En un artículo publicado en su portal, la cadena iraní Al-Alam aborda la situación y subraya que los talibanes de hoy en día difieren sobremanera de los insurgentes de hace 20 años. De hecho, hace hincapié en que, si no fuera así, los representantes del Gobierno afgano no se habrían reunido con el Talibán en Teherán.
En este sentido, señala que, al menos, los talibanes de hoy en día, al contrario que ocurría en el pasado, se muestran dispuestos a sentarse a la mesa de diálogo e interactuar con Kabul.
¿Diálogos con Talibán son constructivos?
Al-Alam indica que, a pesar de ello, algunos opinan que incluso, si el pensamiento de los talibanes se distingue de lo que era hace 20 años, el núcleo del Talibán cuenta con la misma ideología de las últimas dos décadas, por lo que los esfuerzos para zanjar la crisis en Afganistán no tendrán resultado alguno.
No obstante, otros piensan que las negociaciones podrían ser constructivas, puesto que las fuerzas estadounidenses están abandonando el país asiático tras 20 años y el pueblo afgano está más harto que nunca del conflicto y la inseguridad. Por lo tanto, añade, es el momento adecuado para celebrar conversaciones interafganas con el objetivo ulterior de poner fin a la crisis.
Esfuerzos para resolver crisis en Afganistán deben ser elogiados
A continuación, Al-Alam dice que, en vista de algunas realidades internas en Afganistán, los esfuerzos de Teherán deben ser elogiados y, además, este tipo de esfuerzos deben desarrollarse.
Dichas realidades son: primero, la historia contemporánea de Afganistán muestra que en este arcoíris etno-religioso, un grupo nunca puede gobernar solo en el país asiático.
En segundo lugar, la retirada de EE.UU. de Afganistán no significa que Washington dejará en paz al pueblo afgano; se dice que las fuerzas norteamericanas interferirán en Afganistán desde sus nuevas bases en Tayikistán y Uzbekistán después de salir de este país.
El tercer hecho es que, antes de abandonar Afganistán, EE.UU. ha intentado garantizar su supervivencia en este país de forma indirecta mediante el fortalecimiento de Daesh y otros grupos terroristas. Ante estas circunstancias, es natural que los nuevos grupos, incluso suponiendo que los talibanes ganen en Afganistán, no se inclinarán ante la nueva situación.
Diálogos interafganos, la única vía que existe y dará resultado
Por todas estas razones, parece ser que el único camino que queda para desatar el nudo gordiano en torno a Afganistán es centrarse en las conversaciones interafganas con el objetivo de asegurar los intereses de todos los grupos de este país.
Obviamente, si esos esfuerzos no dan ningún fruto, se puede esperar que EE.UU. vuelva a interferir en un futuro no muy lejano, aunque con nuevas excusas, otra vez creando inseguridad e inestabilidad en Afganistán, puntualiza Al-Alam.
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