“Las afirmaciones del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, publicadas en uno de los medios estadounidenses neoconservadores más extremistas y racistas, tienen más coherencia con el actual Gobierno antiafricano de la Casa Blanca que con una visión realista de los problemas en África”, ha dicho este martes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi.
El funcionario persa se ha referido así a la entrevista del miércoles ofrecida por el canciller marroquí, Naser Burita, a la página web de noticias estadounidense Breitbart News, en la que el canciller norteafricano acusó a Irán de llevar a cabo operaciones desestabilizadoras en el norte de África y dijo que Marruecos apoyaba al Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, en su hostilidad hacia Irán.
El portavoz iraní, tras negar dichas acusaciones, recuerda que las relaciones de la República Islámica de Irán con los países africanos siempre se han basado en el respeto mutuo de la soberanía nacional y la cooperación.
Las afirmaciones del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, publicadas en uno de los medios estadounidenses neoconservadores más extremistas y racistas, tienen más coherencia con el actual Gobierno antiafricano de la Casa Blanca que con una visión realista de los problemas en África”, afirma el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, refiriéndose a la acusación de que Irán desestabiliza África.
“En lugar de prestar atención a los intereses a largo plazo de Marruecos y de su pueblo en las relaciones exteriores, el país africano realiza afirmaciones apresuradas dictadas por terceros”, ha enfatizado Qasemi.
Rabat cortó los lazos con Teherán en 2009, los renovó en diciembre de 2016, y volvió a cortar las relaciones el 1 de mayo de 2018. En esta segunda ocasión el Gobierno marroquí acusó a Teherán de que supuestamente apoyaba al Frente Polisario en sus intentos por conseguir la autodeterminación del Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos.
Para el portavoz iraní dichos hechos muestran que Marruecos carece de estabilidad en sus relaciones exteriores.
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