Mohamad Yavad Zarif hizo estos comentarios el jueves en un discurso pronunciado en una reunión urgente de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) que se celebra en Kuala Lumpur (capital de Malasia), para abordar la situación de la minoría Rohingya en Myanmar (Birmania).
El jefe de la Diplomacia persa ha deplorado que esta comunidad haya sufrido décadas de persecución, “discriminación sistemática, la violencia y el odio” en Myanmar, donde el Ejecutivo le ha privado incluso a esa minoría de su “derecho a la ciudadanía”.
“Desafortunadamente las sombrías imágenes de los niños musulmanes rohingyas, muertos ahogados en las playas no ocupan los titulares de los medios de comunicación internacionales”, ha afirmado el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
“Desafortunadamente las sombrías imágenes de los niños musulmanes rohingyas, muertos ahogados en las playas no ocupan los titulares de los medios de comunicación internacionales”, ha afirmado Zarif, en alusión a la fotografía trágica de Mohamad Shohayet, niño rohingya de poco más de un año de edad, muerto boca abajo sobre una ribera, cuando su familia intentaba escapar de la persecución, tortura y asesinato que el Gobierno birmano ejecuta contra esta etnia.
La imagen, difundida por el padre de Mohamad, generó gran consternación entre los lectores, y saltó las alarmas sobre el surgimiento de un inminente genocidio contra esta etnia, considerada la minoría más discriminada del mundo por las Naciones Unidas. El Gobierno birmano, no obstante, respondió, asegurando que la fotografía es “propaganda”.
El canciller persa ha criticado a la comunidad internacional por desatender la aguda crisis que azota a los musulmanes rohingyas, y ha pedido a la OCI, así como a las Naciones Unidas para que aprovechen su potencial para zanjar el problema y presionar al Gobierno birmano para que respete los derechos de esa comunidad.
"La naciente democracia en Birmania debe traer sus frutos tanto a los musulmanes como a otros grupos étnicos en el país; Mientras que el movimiento hacia la democracia es digno de elogio, la negligencia de la crueldad y la brutalidad hacia parte de la población es lamentable y fuente de graves preocupaciones", ha agregado.
En los últimos meses, decenas de rohingyas han muertos y más de 20.000 han huido para protegerse de un operativo del Ejército de Myanmar en el noroeste del país. La oposición considera que la actuación militar ha sido en represalia por el asesinato de nueve policías en octubre, pues las autoridades birmanas achacaron a milicianos de esa minoría la autoría de tal crimen, aunque ellos rechazaron la acusación.
La población rohingya ha sido objeto de ejecuciones sumarias, violaciones en grupo e incendios deliberados de aldeas enteras, circunstancias que les han obligado a refugiarse en el vecino Bangladés.
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