Los manifestantes, concentrados en una plaza central en Tel Aviv y otros puntos de los territorios ocupados este sábado, exigieron que el gabinete israelí se esfuerce para que los cautivos restantes sean devueltos antes del inicio de la segunda fase del acuerdo entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
Este sábado terminó la primera fase del acuerdo de tregua, que entró en vigor el pasado 19 de enero, pausando la guerra genocida de Israel contra Gaza, que ha matado a más de 48 300 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha dejado el enclave en ruinas.
El régimen israelí ha planteado prorrogar la primera fase del acuerdo, pero HAMAS ha rechazado negociar cualquier extensión de esta parte porque, a su juicio, Israel intenta “evitar comprometerse a poner fin a la guerra”. El movimiento palestino aboga por pasar a la segunda fase.
Las reiteradas violaciones del acuerdo por parte del régimen agresor de Tel Aviv no dejan otra opción a HAMAS.
En la primera fase, de 42 días, Israel y HAMAS han intercambiado 33 retenidos israelíes (ocho de ellos muertos) por cerca de 1800 presos palestinos.
La segunda fase, que debería empezar a implementarse en marzo según lo previsto, incluye la liberación del resto de retenidos vivos en Gaza y la retirada total de las fuerzas israelíes del enclave.
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