El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, enfatizó el domingo que incluso la anexión de “una pulgada” del territorio palestino pondría fin a la paz, e Israel debería estar listo para asumir todas las responsabilidades de esta medida por ser un régimen ocupante.
“Una anexión significaría la destrucción de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y este sería el final de una solución a través de negociaciones”, recalcó Erekat en declaraciones durante una reunión virtual con periodistas extranjeros.
Conforme al alto funcionario palestino, si el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sigue adelante con la anexión y el apartheid, entonces deberá aliarse con la organización extremista racista Ku Klux Klan de Estados Unidos.
“A los israelíes no les gustan las realidades (…) Deben darse cuenta de que la anexión significa apartheid y racismo”, enfatizó el secretario general de la OLP.
Esta anexión es parte del llamado ‘acuerdo del siglo’ presentado en enero por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que otorga a los palestinos una autonomía limitada dentro de una patria discontinua, deja en manos de Israel el cotizado valle del Jordán y olvida la problemática de millones de refugiados palestinos deseosos de retornar a sus tierras.
El presidente palestino, Mahmud Abás, ha dado las instrucciones a su representante ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) para que proponga la formación de una “coalición internacional” en el organismo internacional para enfrentar los planes de Israel para proceder a la anexión de extensas partes de Cisjordania a partir de julio, pese a las críticas del concierto de países.
A su vez, el secretario general del partido Iniciativa Nacional Palestina (PNI, por sus siglas en inglés), Mustafa Barquti, ha alertado que el plan israelí, de materializarse, dividirá a Palestina en más de 220 trozos de tierra.
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