• Nafez Azam, miembro del Buró Político de la Yihad Islámica Palestina.
Publicada: sábado, 9 de abril de 2016 17:11
Actualizada: sábado, 9 de abril de 2016 17:54

El Movimiento de Yihad Islámica Palestina ha declarado que la masacre cometida por los israelíes en la aldea Deir Yassin, cerca de Al-Quds, permanece indeleble en la memoria de los palestinos.

"Ya han pasado 68 años de la matanza de los residentes de Deir Yassin por parte de las fuerzas del régimen israelí. Este crimen de lesa humanidad permanecerá de forma indeleble en la memoria de las generaciones palestinas", ha afirmado este sábado Nafez Azam, miembro del Buró Político de la Yihad Islámica en un comunicado emitido en el marco del 68º aniversario de la masacre de palestinos en dicha localidad.

Además ha indicado que la nación palestina no olvidará la matanza ni perdonará al régimen de Tel Aviv, pues dicha masacre fue determinante en la historia del régimen israelí, ya que forzó y aceleró el éxodo obligatorio de los palestinos de su país natal en 1948.

"Ya han pasado 68 años de la matanza de los residentes de Deir Yassin por parte de las fuerzas del régimen israelí. Este crimen de lesa humanidad permanecerá de forma indeleble en la memoria de las generaciones palestinas", ha afirmado este sábado Nafez Azam, miembro del Buró Político de la Yihad Islámica en un comunicado emitido en el marco del 68º aniversario de la masacre de palestinos en dicha localidad.

El funcionario de Yihad Islámica también ha pedido a las facciones palestinas mantenerse unidas para poner coto a las atrocidades israelíes contra los civiles palestinos.

Imagen de la matanza de civiles palestinos en Deir Yassin en 1948.

 

Entre el 9 y 11 de abril de 1948, los milicianos del Irgún y del Leji (organización paramilitar sionista) atacaron el pueblo de Deir Yassin, que entonces contaba con 750 habitantes y mataron a más de 300 palestinos, la mayoría mujeres y niños, además dejaron a propósito los cadáveres insepultos.

Tras este crimen, los milicianos sionistas arrestaron a los palestinos que sobrevivieron al ataque y los transportaron en camiones hasta la ciudad de Tel Aviv, donde los colonos israelíes los apedrearon. 

Posteriormente Jack Rinier, representante oficial de la Cruz Roja en aquel entonces, visitó el pueblo, aun cercado por los israelíes. Rinier en su informe mencionó que los terroristas sionistas decapitaron a 52 menores y les colocaron la cabeza sobre su cuerpo y rajaron el vientre de unas 25 mujeres embarazadas para arrancarles a sus hijos.

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