La fuerza aérea de Israel ha declarado que abastecerle a Turquía con las cazas de F-35 dará lugar a una divulgación de datos militares secretos, por lo tanto, el ente militar se inclina por prohibir el suministro, transmitió el lunes el canal 2 de la televisión israelí.
También, el medio israelí informó que el régimen de Tel Aviv busca trasladar las fábricas de elaboración de los motores de este tipo de avión avanzado a los territorios palestinos ocupados con el fin de impedir que Ankara acceda a estas ventajas.
La profunda preocupación de los israelíes llega después de que la corporación estadounidense Lockheed Martin, anunciara que concederá la fabricación de varias partes del modelo F-35 a diversos socios de Washington, entre ellos Turquía que, asumió el montaje y el mantenimiento de los motores de la aeronave.
Al respecto, tanto algunos de los congresistas estadounidenses se opusieron en junio a la venta directa de cazas F-35 a Ankara, puesto que, éste había acordado con Rusia, comprar las baterías del sistema misilístico de defensa aérea S-400.
Los probables esfuerzos del régimen israelí se produce en momentos en que Turquía se halla inmersa en tensiones con EE.UU. (aliado de Israel), que ha impuesto medidas punitivas a Ankara por la detención en Ankara desde octubre de 2016 del pastor de nacionalidad estadounidense Andrew Brunson, por acusaciones de terrorismo y espionaje.
No obstante, según anunció el 21 de junio el vice primer ministro de Turquía, Bekir Bozdag, con la luz verde del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), su país recibió su primer avión de combate F-35.
En esta misma línea, según publicó este mes en curso el sitio web israelí Ynet, citando al centro de investigación de política exterior de la cancillería de Israel, el régimen está decidido a exportar a Europa el gas natural extraído de los territorios ocupados a través de Egipto que hacerlo por Turquía, al que calificó de actor regional “peligroso y volátil”.
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