El sospechoso de 31 años fue detenido en una dirección del noroeste de Londres el viernes por la mañana, falsamente acusado de planear un ataque a la embajada de Israel en la capital británica.
Esto ocurre después de que otros tres hombres iraníes, de 39, 44 y 55 años, fueran detenidos en domicilios de la capital británica el sábado y otros cuatro en lugares de otros lugares de Inglaterra.
El viernes se obtuvieron órdenes de detención adicionales para el trío, lo que significa que pueden permanecer detenidos hasta el 17 de mayo, según la policía.
Los cuatro hombres están detenidos en virtud de la llamada Ley de Seguridad Nacional de Reino Unido de 2023.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abas Araqchi, ha rechazado categóricamente los informes de los medios de comunicación sobre el supuesto complot para atacar la embajada de Israel en Londres.
Araqchi escribió en una publicación en X el jueves que Teherán no ha sido informado de ninguna acusación a través de los canales diplomáticos adecuados.
“Estamos viendo historias en los medios de comunicación que indican que ciudadanos iraníes estarían involucrados en un supuesto complot para atacar la embajada de Israel en Londres”, escribió.
Irán rechaza categóricamente, en términos inequívocos, cualquier implicación en tales acciones y confirma que no hemos sido informados de ninguna acusación a través de los canales diplomáticos adecuados, añadió.
Irán ha instado al Gobierno británico a intervenir en el caso para que Teherán pueda contribuir en cualquier investigación sobre acusaciones creíbles. El momento oportuno y la falta de compromiso sugieren que algo no anda bien.
“Existe un historial de terceros empeñados en descarrilar la diplomacia y provocar una escalada, recurriendo a medidas desesperadas, incluidas operaciones de falsa bandera”, añadió Araqchi.
Por su parte, Alireza Yusefi, director general para Europa Occidental del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, afirmó que “el desagradable hábito de algunos funcionarios británicos de repetir acusaciones sin fundamento es, sin duda, perjudicial para las relaciones bilaterales y agrava la desconfianza histórica de los iraníes hacia el gobierno británico”. Asimismo, solicitó que se proporcionara información inmediata sobre las razones de las detenciones.
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