La nueva embajadora de España en Nicaragua, Pilar María Terrén, asumió el miércoles sus funciones tras presentar las copias de sus cartas credenciales ante el Gobierno de Daniel Ortega, poniendo fin así al conflicto diplomático creado entre Managua y Madrid.
Nicaragua recuerda a España el principio de no injerencia en sus asuntos
El canciller nicaragüense, Denis Moncada, recibió a Terrén en una ceremonia y conversó con la nueva embajadora de España sobre el interés de su Gobierno de fortalecer las relaciones diplomáticas de intercambio, inversión, solidaridad y respeto atendiendo “los principios de no injerencia en los asuntos internos de nuestros países”, según los medios oficiales nicaragüenses.
“Hoy queremos saludar de manera especial a la nueva embajadora del Reino de España, señora Pilar María Terrén Lalana, quien llegó a nuestra Nicaragua bendita, siempre digna y libre, el día de ayer”, aseveró, a su vez, la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, ante la prensa.
Murillo le deseó a la diplomática española éxito en su misión en Nicaragua, un país que “es de dignidad, de soberanía, que es de amor, que es de concordia”.
Las relaciones diplomáticas entre los dos países se tensaron luego que España se sumara a los países que no aceptaron las elecciones de Nicaragua en noviembre de 2021, en las que el presidente Ortega logró una aplastante victoria.
El 11 de agosto de 2021, el Gobierno español presidido por Pedro Sánchez llamó a consultas a la entonces embajadora María del Mar Fernández-Palacios, en respuesta a un duro comunicado de la Cancillería nicaragüense en el que denunciaban “injerencias” por parte de España.
Posteriormente, Managua se negó a aceptar la vuelta de Fernández-Palacios y, en marzo de este año en curso, Nicaragua decidió retirar a su embajador en Madrid, Carlos Midence, por “presiones y amenazas injerencistas” del gobierno español que impiden la realización normal de sus labores diplomáticas en el país europeo.
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