• El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la vicepresidenta, su esposa Rosario Murillo.
Publicada: martes, 10 de agosto de 2021 8:44

Nicaragua llama a consultas a sus embajadores en México, Colombia, Costa Rica y Argentina, y denuncia las injerencias de estos países en sus asuntos internos.

La vicepresidenta de Nicaragua y primera dama, Rosario Murillo, leyó el lunes un comunicado, que decía que la medida era una respuesta recíproca del Gobierno del presidente, Daniel Ortega, a las acciones similares de estos cuatro países.

Argentina y México retiraron a mediados de junio a sus embajadores de Managua, Costa Rica congeló el nombramiento de su representante y Colombia hizo lo propio el mes pasado en rechazo al arresto de un número de opositores, a los que el Gobierno sandinista acusó de “traición” e “incitación al odio”, entre otros delitos.

La vicepresidenta nicaragüense denunció “los constantes e inmerecidos señalamientos irrespetuosos, injerencistas, intromisores e intervencionistas” de las autoridades de estos cuatro países en los asuntos internos de Nicaragua, al tiempo que les acusó de ignorar situaciones “que son lesivas de los derechos humanos en sus propios países”.

 

Cargó contra los detenidos líderes opositores por organizar actos violentos y desestabilizadores en el país y luego arrogarse “funciones que nadie les ha otorgado”.

Murillo asimismo, calificó estas acciones de una violación del derecho internacional, de los derechos humanos y “en vergonzoso seguidismo de potencias colonialistas, imperialistas, agresoras y destructoras de nuestras culturas y modos de vida”.

Nicaragua vive una crisis social desde mediados de abril de 2018, cuando los sectores radicales de la oposición comenzaron a realizar protestas violentas en contra del Ejecutivo.

Las autoridades nicaragüenses acusan a la oposición de ejercer “terrorismo golpista”, con el apoyo financiero de Estados Unidos, para incitar a la inestabilidad en el país y sacar del poder a Ortega.

Las presiones occidentales y las campañas de difamación contra el mandatario sandinista han aumentado desde que postulara a la reelección en las elecciones del próximo 7 de noviembre.

Nicaragua, al igual que Venezuela y Cuba, es víctima de las medidas coercitivas, unilaterales e ilegales del Occidente y considera los embargos como una injerencia flagrante en sus asuntos internos.

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