El futuro canciller del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, ha manifestado este jueves que no está sorprendido por las advertencias del presidente estadounidense para frenar una caravana de migrantes hondureños que se dirige a su país.
“La posición del presidente Trump es la que siempre ha planteado, no le veo en eso nada sorpresivo, me sorprendería una posición diferente”, ha indicado Ebrard en un mensaje emitido en su cuenta en Twitter.
Más temprano este jueves, el mandatario estadounidense ha amenazado con cerrar la frontera sur y desplegar el Ejército norteamericano en la zona si México no detiene el “embate” de migrantes hacia EE.UU. en alusión a una gran “caravana” de migrantes que se dirige hacia su país desde Honduras, Guatemala y El Salvador.
Ebrard también ha opinado que estas advertencias de Trump se tratan de una maniobra de cara a las elecciones legislativas que se realizarán en noviembre en EE.UU. “Era previsible y además está muy cerca el proceso electoral, entonces él está haciendo un cálculo político”, ha asegurado.
Era previsible y además está muy cerca el proceso electoral, entonces él (el presidente de EE.UU., Donald Trump) está haciendo un cálculo político”, asegura el futuro canciller del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, tras las amenazas del magnate para cerrar la frontera con México si el país vecino no detiene una caravana de migrantes hacia el suelo estadounidense desde Centroamérica.
Las advertencias del inquilino de la Casa Blanca se producen después de que una caravana de más de 3000 migrantes partiera el pasado 13 de octubre a pie desde la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, para llegar a EE.UU.
Trump ha amenazado con cortar su asistencia económica a estos países centroamericanos si no toman medidas para frenar esta caravana de migrantes.
Además, el magnate ya ha advertido de que cualquier persona que entre ilegalmente en EE.UU. tiene que enfrentarse a consecuencias de entrar sin permiso en este territorio y no ha descartado volver a aplicar la política de separaciones familiares que tanta polémica levantó el pasado mes de junio, cuando más de 2500 menores fueron separados de sus padres.
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