Según los datos de CNS, la violencia cobró durante el año pasado la vida de 561 agentes del orden durante el cumplimiento de su deber. En promedio, cuatro de cada 10 policías fueron ejecutados, dos murieron emboscados e igual número cayó en enfrentamientos con grupos criminales, reveló la CNS.
Así que, 2017 se convirtió en el año más violento para los policías mexicanos, así que a partir de 1990 esta cifra ya rompió todos los récords de los últimos años.
Teniendo en cuenta la mencionada cifra de 2017, de enero a mayo de 2018 se han contabilizado casi los mismos que en 2017 en el mismo periodo, con 196 casos.
En este contexto, el estado de México, Chihuahua, Guerrero, Ciudad de México y Guanajuato son los sitios que encabezan la lista de entidades con más registros.
Anteriormente, el número de agentes asesinados en 2010 se contabilizaron 430, en 2011 se alcanzó la cifra más alta hasta ese entonces, con 517 casos; mientras que se observó un descenso y en 2012 se reportaron 386; en 2013, 297; para 2014 fueron 232, en 2015, 265 y para 2016 hubo 200 oficiales caídos.
La violencia se intensificó con el arranque oficial del periodo de precampañas —14 de diciembre de 2017—, mientras que los homicidios dolosos alcanzaron en 2017 la cifra más alta en 20 años. El 69 % de ellos se cometieron en la capital del país, Ciudad de México, y en los mismos se emplearon armas de fuego.
En la elecciones de 1 de julio, los mexicanos elegirán al nuevo presidente, 500 diputados federales, 128 senadores, ocho gobernadores y al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, entre otros puestos locales. Eso mientras el país norteamericano registra una alta tasa de violencia, que a inicios del presente año alcanzó una cifra récord.
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