• Un civil iraquí levanta una foto del principal clérigo chií, el ayatolá Ali Sistani, durante una manifestación frente a la embajada de EE.UU. en Bagdad.
Publicada: miércoles, 1 de enero de 2020 7:19

El Parlamento iraquí afirma que el ataque a la embajada de EE.UU. en Bagdad es una respuesta adecuada a la agresión estadounidense a fuerzas populares de Irak.

EE.UU. nunca respeta las convenciones internacionales, y lo que ocurrió en su embajada en Bagdad es una respuesta adecuada a la agresión estadounidense contra las posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en la provincia de Al-Anbar”, aseguró el martes la coalición Al-Fath, una de las facciones políticas con mayor representación parlamentaria.

Por su parte, Abulamir Taiban, un diputado de Al-Fath, afirmó que la agresión estadounidense contra blancos de Al-Hashad Al-Shabi demuestra la hostilidad de la Administración de Estados Unidos, que de vez en cuando, lanza ataques contra estas fuerzas populares, las cuales desempeñaron un rol relevante en la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).

De igual modo, Qais al-Jazali, el secretario general de la milicia Asaib Ahl Al-Haq, que forma parte de las Al-Hashad Al-Shabi, advirtió a Estados Unidos sobre su aventura en Irak. “No les permitiremos cometer estupideces otra vez”, alertó Al-Jazali.

Al-Jazali denunció, asimismo, que todas las conspiraciones contra Irak se urden en la representación estadounidense.

El ataque contra la embajada estadounidense en Bagdad se ha producido dos días después de que varias aeronaves no tripuladas (drones) de EE.UU. bombardearan las posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataeb Hezbolá, en la provincia occidental de Al-Anbar, los cuales se saldaron con al menos 31 muertos y decenas de heridos.

EEUU calculó mal; el ataque unió al pueblo iraquí

Estados Unidos que durante los últimos años adoptó todas las medidas para dañar la influencia de las fuerzas populares iraquíes, el lunes lanzó varios ataques contra instalaciones de estas tropas iraquíes en la provincia de Al-Anbar acusando a Al-Hashad Al-Shabi de haber lanzado un ataque con cohetes contra una base estadounidense en Kirkuk. Irak niega que estas fuerzas populares tengan presencia en estas zonas.

Los cálculos de EE.UU. no salieron como lo esperaba ya que sus ataques aéreos contra posiciones de Al-Hashad Al-Shabi unieron al pueblo iraquí y provocaron fuertes críticas de las autoridades iraquíes, tanto políticas, como religiosas y militares.

El primer ministro en funciones de Irak, Adel Abdul-Mahdi, expresó su rotunda oposición al ataque contra las posiciones de Al-Hashad Al-Shabi, y tachó la agresión como “tensión peligrosa” que amenaza la seguridad del país y la de la región de Oriente Medio.

En el mismo contexto, el presidente iraquí, Barham Salih, considera de “inaceptable” el bombardeo estadounidense y asegura que Washington con esta medida ha violado los acuerdos bilaterales.

El líder del Movimiento de Sabiduría Nacional de Irak, Seyed Amar al-Hakim, llamó al Gobierno y al Parlamento del país que adopten una “posición firme ante esta violación clara de la soberanía de Irak”.

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